La banda estaba compuesta por ciudadanos afincados en Fuengirola (Málaga), que facilitaban la infraestructura necesaria para que diversas organizaciones marroquíes, suministradoras de hachís, introdujeran en España grandes cantidades de esta droga.
Los agentes identificaron y localizaron a los integrantes de la banda, que en su mayoría residían en este municipio malagueño, y cada uno desempeñaba diferentes funciones dentro del grupo. Además, los agentes identificaron una embarcación tipo yate de más de ocho metros de eslora, atracada en el puerto deportivo de Marbella (Málaga), que, al parecer, ofertaban a diversas organizaciones marroquíes suministradoras del estupefaciente para transportarlo.
Según informaron desde la Policía Nacional en un comunicado, recientemente se averiguó que uno de los colaboradores del presunto responsable de la red, el piloto de la embarcación y otro miembro de la organización marroquí habían partido del citado puerto deportivo para culminar una operación de tráfico de estupefacientes.
Al conocer esta información se estableció un dispositivo marítimo y terrestre coordinado con el Servicio de Vigilancia Aduanera para abortar dicha operación. Así, en las horas siguientes se localizó una embarcación a una milla de la costa, frente a una urbanización de Mijas (Málaga), la cual estaba abandonada y con los dos motores averiados.
Para reparar esta avería el jefe de la organización ordenó la salida de dos miembros de la misma en una embarcación semirrígida, tipo zodiac. Ante la imposibilidad de arreglar los motores del yate, y justo antes de que se deshicieran del hachís arrojándolo por la borda, los agentes interceptaron las dos embarcaciones.
La patrullera del Servicio de Vigilancia Aduanera asaltó las dos lanchas y arrestó a sus ocupantes, y el resto de los agentes procedieron a la detención de los demás investigados, el representante de la organización suministradora en España, del líder de la red y su lugarteniente, precisaron las mismas fuentes.
Tras obtener la pertinente orden judicial se registró la embarcación que portaba los estupefacientes, y en la que se localizaron 38 fardos de diversos tamaños y pesos, que contenían un peso bruto de 920 kilogramos hachís.
Además de la droga y el yate, se intervino una embarcación neumática, dos GPS, 10 teléfonos móviles, un teléfono satelitario, dos turismo, una motocicleta y 2.065 euros en metálico.
Esta operación fue desarrollada por agentes del Greco Costa del Sol, perteneciente a la Comisaría General de Policía Judicial, junto con la Agencia Tributaria, en colaboración con la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Local de Fuengirola.
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