Coincidiendo con la feliz noticia del acuerdo entre la Consejería de Cultura y Adepa para la rehabilitación por consenso de las Atarazanas, conforme a un proyecto modificado al 50% y distinto al que había avalado la Comisión de Patrimonio, se han sucedido otras noticias, pero negativas, que afectan al Alcázar y que deberían dar pie a que el Ayuntamiento y Cultura revisaran también el proyecto de demoliciones en el Patio del León con la coartada del turismo y bendecido por esa misma Comisión que ha sido dejada en evidencia en las Atarazanas.
Guías turísticos y visitantes se han quejado en los últimos días por apagones en monumento, caída de la red de Internet, insuficiencia de escáneres -que han provocado retrasos de media hora e incrementos de las colas al aire libre-, interferencias de las visitas de grupos de escolares, multiplicación de eventos que obligan al cierre de salas del conjunto y que se hurtan a las visitas con gran irritación de los turistas, trasiego de instaladores de todo tipo con el riesgo de deterioro para el monumento y hasta fosas sépticas en los jardines para dar servicio a los baños de la cafetería y que rezuman aguas fecales.
Todas estas disfunciones denotan que el Alcázar sufre un serio problema de gestión cuya solución no puede justificarse metiendo la piqueta en el Patio del León.