La demanda de alimentos, ayudas para el pago de la vivienda en régimen de alquiler o hipotecario y de empleo incluso por parte de profesionales cualificados ha aumentado en Cáritas hasta en un 40 por ciento en lo que va de año como consecuencia de la crisis económica y financiera.
Así lo expresaron en rueda de prensa el vicepresidente de Cáritas Regional de Andalucía, Juan de los Ríos, y la secretaria general, Auxiliadora González, quienes constataron que la crisis económica "está afectando a la dinámica de Cáritas de forma evidente". En este sentido, aseguraron que las demandas de ayuda y de servicios sociales a la entidad caritativa dependiente de la Iglesia católica han aumentado un 40 por ciento en lo que va de año respecto al mismo período de 2007.
La mayor cuota de demandas a Cáritas la centran las ayudas para afrontar el pago de la vivienda en régimen de alquiler o hipotecario, seguida de la asistencia en dispensación de alimentos y ropa, cuestiones en la que el incremento de auxilio ha sido "brutal", según indicó González, fenómeno "que no se daba desde hace bastante tiempo".
En este sentido, el presidente de Cáritas Diocesana de Sevilla, Felipe Cecilia, aseguró que el impago de las hipotecas "está haciendo que muchas familias tengan que renunciar a sus viviendas y se vean obligados a buscar alojamientos alternativos, agrupándose en un mismo domicilio o ocupando viviendas vacías". "Son muchas las parejas jóvenes que están desistiendo de una vivienda propia y están volviendo a casa de sus padres porque no pueden mantener a su familia", abundó.
Igualmente, se están dejando sentir los efectos de la actual coyuntura económica en el capítulo del empleo, especialmente a raíz del "parón inmobiliario", ya que el sector de la construcción era el que más se nutría de la mano de obra perteneciente a colectivos en situación de exclusión social con los que trabaja Cáritas. Junto a la construcción, la hostelería y el empleo doméstico, según González, son las dos actividades económicas que más han reducido su oferta de empleo.
En total, Cáritas Andalucía participa de la titularidad de 23 de estos dispositivos y servicios (casi el 50 por ciento total de la red regional), sin contar con la atención que se realiza a través de la red de Cáritas Parroquiales y Diocesanas, que, desde los servicios de emergencia social, atiende a multitud de demandas puntuales como alojamiento de una noche o desplazamientos.
En 2007, su red de servicios dio acogida y atención a más de 6.500 personas en situación de exclusión social, para lo cual invirtió dos millones de euros, de los cuales el 33 por ciento fueron recursos propios y el 67 por ciento provinieron de diferentes administraciones públicas y entidades privadas.
Perfil "más normalizado y cualificado"
En Andalucía se calcula que el número de personas sin hogar se sitúa entre las 3.500 y las 5.000, estando integrado el colectivo en su mayoría por hombres (82,7 por ciento), aunque existe una "mayor presencia de la mujer cada año", apuntó De los Ríos. Respecto a la edad, la media es de 37 años entre los varones y 36 entre las mujeres, aunque se constata una "juvenilización" del sinhogarismo, consecuencia, entre otros factores, de la incorporación de la mujer y del inmigrante, siendo un 29,9 por ciento de los demandantes personas de entre 18 y 30 años.
El ingreso medio de estas personas suele ser de 302 euros al mes, recibiendo el 20 por ciento alguna prestación por desempleo, y, por otro lado, según la nacionalidad, la mayoría son españoles (51,8 por ciento), aunque se incrementa el número de atenciones a personas procedentes de otros países (48,2 por ciento), destacando los originarios de Europa del Este, Magreb y África noroccidental.
Asimismo, el 13 por ciento de los solicitantes ha recibido educación superior y el 63,9 por ciento ha terminado la educación secundaria. Respecto al consumo de sustancias adictivas, el 30 por ciento de las personas sin hogar son "abstemias y nunca han consumido drogas". En relación con el alojamiento, se constata que la población sin hogar se aloja al margen de la red asistencial existente en un 45,6 por ciento, viviendo en pisos ocupados, espacios públicos o alojamientos de fortuna.
Sin embargo, González reconoció que, a raíz de la crisis económica, en los últimos tiempos está acudiendo a la entidad un perfil que "no es el típico perteneciente a colectivos de exclusión social que suele atender Cáritas". Se trata de personas "más normalizadas o profesionales cualificados", cuyo número "aumentará", según las previsiones de la secretaria general, cuando se "dejen de percibir las prestaciones por desempleo".
Igualmente, se ha incrementado el número de inmigrantes regularizados que encuentra "dificultades" para encontrar trabajo, sobre todo en el sector de la construcción, o que piden asesoramiento legal para solicitar el retorno voluntario a sus países.
De igual modo, Cáritas ha acusado en los últimos meses un descenso en el número de socios y donantes, así como de las cuantías recaudadas en las colectas que realiza mensualmente, circunstancias que "se ampliarán y se notarán aún más en el próximo mes de diciembre y en 2009". Por ello, el vicepresidente regional hizo un llamamiento a la Administración Pública, particulares y sociedad en general para que "colaboren", pues tal y como admitió, la entidad "no puede ayudar a todo el que solicita auxilio, pues los medios económicos no nos alcanzan".
En este sentido, indicó que se prevén "recortes" para los próximos años en las ayudas económicas concedidas a las organizaciones de auxilio social por parte de la Junta de Andalucía, especialmente porque la articulación de los Servicios de Dependencia en la comunidad suponen para el Gobierno andaluz una carga "muy fuerte que tienen que afrontar prioritariamente por ley y que, por tanto, acapara la mayor parte del presupuesto".
Por todo ello, y con vistas a la celebración el próximo domingo 23 del Día de las Personas Sin Techo, Cáritas ha lanzado una campaña con el lema 'No tener hogar significa mucho más que estar sin techo", que quiere ser una denuncia ante el "difícil acceso al derecho social de una vivienda digna y adecuada", por lo cual piden la articulación de medidas fiscales que favorezcan el alquiler, de programas de rehabilitación de viviendas e integración de colectivos en situación de exclusión social y un mayor porcentaje de viviendas sociales.