Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de Andalucía recibieron el pasado año un total de 29.997 denuncias, lo que supone un siete por ciento más que el ejercicio anterior, de las cuales la mayoría (66%) procedieron de atestados policiales con denuncia de la víctima, que en el 79 por ciento de los casos fue española.
Según se desprende de la Memoria del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) correspondiente a 2016, consultada por Europa Press, el pasado año se produjeron en esta comunidad siete muertes de víctimas de violencia machista a las que no se les había aplicado protección y de dos víctimas con protección, en el marco de un ejercicio en el que hubo más denuncias y un descenso de mujeres que renunciaron a continuar con el proceso judicial tras presentar la denuncia.
El mayor número de sentencias condenatorias se dio en la provincia de Granada, mientras que fue en Málaga y Sevilla donde más denuncias se han formulado durante el año 2016 y junto a Cádiz son las que cuentan con mayor número de órdenes de protección adoptadas, cuya solicitud continúa en aumento en el conjunto de la comunidad.
Actualmente en el territorio del TSJA radican 18 Juzgados de Violencia sobre la Mujer exclusivos. En el resto de partidos judiciales un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción asume también las competencias en esta materia.
Estos juzgados han ingresado en 2016 un total de 49.203 asuntos, un nueve por ciento más que el año anterior, y han resuelto un ocho por ciento más que en el pasado ejercicio. La pendencia a final de año ha crecido un seis por ciento.
El TSJA estima conveniente en su memoria anual que, dada la menor entrada de asuntos que han tenido algunos órganos de esta clase, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer tengan un ámbito competencial que comprenda varios partidos judiciales.
De esta manera, se potenciaría una mayor especialización y se liberaría de esa carga competencial a los juzgados mixtos que ahora asumen el conocimiento de estos asuntos.
El 016 es el teléfono de atención a víctimas de la violencia de género; es gratuito y no deja rastro en la factura telefónica.