Abencrash, el ocaso de Abengoa, el libro editado por el grupo andaluz de comunicación Publicaciones del Sur el pasado mes de diciembre y que es el primero en España que analiza la caída del mayor grupo empresarial de la comunidad, se ha presentado en la Librería Lé de Madrid. El volumen ya se había presentado en sociedad en diciembre pasado en el Club Antares de Sevilla.
El acto, que atrajo a exempleados y lectores interesados, consistió en un coloquio entre el autor, Carlos Pizá de Silva, el representante de los trabajadores Carlos Vázquez, y el abogado Felipe Izquierdo, uno de los letrados de la Plataforma de Perjudicados por Abengoa que ha presentado dos querellas en la Audiencia Nacional contra la excúpula de la compañía.
"En este caso hay que mirar más allá y pensar en las responsabilidades no sólo de los gestores, o del auditor Deloitte, sino también de la CNMV cuya labor supervisora jamás le ha llevado a intervenir con anticipación en ninguno de los grandes casos de caída de empresas en la pasada crisis. Su labor supervisora es my cuestionable", aseguró Izquierdo. El abogado señaló que prevé que la sentencia por la primera de las dos querellas interpuestas contra Felipe Benjumea, expresidente desde 1990 hasta 2015, y Manuel Sánchez, exconsejero delegado, por las indemnizaciones que recibieron al dejar la empresa se conozca en este año. "Lo deseable, en cualquier caso, es que la empresa siga operativa, sea con el tamaño que sea, y pueda pagar lo que aún debe y, eventualmente, abonar los daños causados a nuestros clientes a quienes represento".
Plantilla y futuro
Vázquez, por su parte, señaló que en la nueva etapa tras la formalización del rescate financiero por valor de 1.170 millones "nace con muchas inercias heredadas del pasado, como por ejemplo las denominadas Normas de Obligado Cumplimiento que encajonan a la plantilla y son obra de la anterior cúpula". "Seguimos sin saber nada sobre el futuro de la empresa. El presidente, Gonzalo Urquijo, ha rechazado cuatro peticiones de reunión alegando que no es el momento para ello. Si no es ahora, ¿cuándo será?". El representante sindical recordó la cultura de opacidad y aumento del control del trabajo del empleado que empezó a implantarse especialmente desde el año 2008, cuando Benjumea asumió la presidencia ejecutiva única de Abengoa.
Respecto al movimiento sindical surgido tras estallar la crisis en 2015, y entrar la empresa en preconcurso en noviembre de ese año, Vázque recordó que hasta entonces no había sindicatos excepto en algunas filiales como Abentel o Inabensa "por la complejidad societaria de la propia empresa, con más de 700 filiales, y por el conformismo de la mayoría de la plantilla". "Quienes creamos los comités hace más de un año somos profesionales que creíamos en la compañía, estábamos comprometidos con ella y siempre adoptamos una postura constructiva. Pese a ello, a la mayoría de los representantes los han despedido en los últimos meses", lamentó.
Izquierdo, analizando lo ocurrido, aseguró que el perfil de Felipe Benjumea es similar al de Manuel Fernández de Sousa, expresidente de Pescanova, empresa que acabó en concurso de acreedores y en cuyo proceso también estuvo implicado el abogado catalán. "En ambos casos, estos directivos consideran que el dinero, como la propia empresa, es suyo. Por eso Benjumea cobró 15 millones en 2015, el año en que se hunde la empresa, y lo ve normal. ¡El dinero era suyo!", enfatizó. Respecto al futuro, alertó de que son fondos buitre quienes están comprando las participaciones que tomaron los bancos hace unas semanas como consecuencia de ese rescate financiero que ha evitado el concurso de acreedores en Abengoa.
Motivos para un libro
En el plano industrial, Vázquez mostró su inquietud por la competitividad de la empresa: "¿Qué valor añadido vamos a aportar al mercado sin invertir en I+D+i como veníamos haciendo? Es muy difícil competir internacionalmente y ganar dinero aportando lo mismo, la misma ingeniería, que otras decenas de firmas que operan ya en esos mercados".
Por su parte, el autor Carlos Pizá explicó que el origen del libro está en los trece años que lleva escribiendo sobre Abengoa, desde el inicio de su carrera profesional en 2004. "El hecho de que fuera la mayor empresa privada de Andalucía, que sus expropietarios fueran familias sevillanas y que fuera una empresa muy opaca, algo que anima a quienes somos periodistas de investigación, se unió a su crisis y pensé que era necesario explicar desde Andalucía qué había pasado para que esta gran compañía hubiera llegado a esa situación". "Es un libro sin pelos en la lengua y, lamentablemente, muchos de los negativos y perjudiciales modos de gestión siguen presentes porque la mayoría de los altos directivos proceden aún de la anterior etapa", concluyó.
El libro puede adquirirse a través de internet desde aquí.
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