La recta final, ahora sí, de las primarias que renovarán el poder federal del PSOE no sólo ha colocado a Susana Díaz bajo el foco sino también al resto de partidos a tenor de los movimientos que su órdago ha desatado. La presidenta y su entorno corean una y otra vez que en caso de tomar las riendas de Ferraz compaginará su tarea orgánica con el timón de la Junta. Habría doble tarea al menos a medio plazo y no relevo en San Telmo, aunque eso puede que no dependa sólo de ella sino de cuándo toque ir a las urnas en unas hipotéticas elecciones generales en las que se supone que Díaz sería cabeza de cartel.
El tablero político nacional se ha movido tanto en el último año y medio que las conjeturas se multiplican. Ciudadanos, socio de investidura de Díaz y puntal en el que ésta se ha apoyado con soltura en los momentos decisivos de los dos primeros años de legislatura, insiste en que no ve tan claro que el futuro de la presidenta esté a caballo entre Sevilla y Madrid. Lo apunta de nuevo Juan Marín, el hombre de Albert Rivera en Andalucía, que desde hace semanas repite que la apuesta de la baronesa socialista es “un camino sin retorno”. En un desayuno informativo en marzo ya le pidió expresamente que acelerase la designación sucesoria al máximo para evitar letargos en su gestión. Lo hizo delante del vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, al que se supone mejor colocado en esa carrera por heredar el cetro presidencial. “Si alguien aspira a ser líder de su partido es porque quiere llegar a la presidencia del país y si gana las primarias la próxima convocatoria electoral para Díaz no serán las andaluzas”, certificó Marín este lunes.
La novedad no es ahora ésa, porque el líder de Cs ha deslizado esa teoría de futuro desde que arrancó el año y las aspiraciones “legítimas” de Díaz cobraban cada vez más fuerza. La aportación la hizo ayer planteando una doble pirueta en forma de acuerdo a tres bandas entre PSOE, PP y Ciudadanos en Andalucía que se adaptase a los tiempos venideros del postsusanismo. Pese a las diferencias con los populares que suelen aflorar a diario Marín prefiere quedarse con las “muchas coincidencias” que no sólo le acercan a la formación de Moreno Bonilla, sino incluso a éstos y al PSOE. Eso, intuye, podría inaugurar una etapa en la que “trabajar juntos desde el consenso”.
Esa vía parece hoy un quimera y quizás tenga mucho que ver con los intentos de Cs de acercar a los socialistas hacia el voto afirmativo a los Presupuestos nacionales presentados por el PP, muy complicado tras censurar ayer Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE-A, que las cuentas públicas de Rajoy son “inhumanas”.
Abiertos a todo
En el bando de los aludidos, el PP, lo único claro es que la gran apuesta de Susana Díaz que arrancó ayer le impide a su juicio “volver a Andalucía”. “Que Andalucía sea segundo plato para la señora Díaz no lo van a entender los andaluces”, proclamó este lunes Elías Bendodo, presidente de la Diputación de Málaga y nuevo rostro en la portavocía regional tras el reparto de cargos del congreso regional.
A partir de ahí, las puertas abiertas ante el ofrecimiento de Cs están abiertas. Bendodo reconoce la disposición de su formación a garantizar la “estabilidad” en Andalucía, pero alerta de que participar en esa hipotética renegociación del pacto de investidura si Díaz es elegida no supondría jamás extender “un cheque en blanco” al PSOE. El tono se ha rebajado, de nuevo con los Presupuestos de fondo, y el PP habla ahora de que está “condenado a entenderse” algún día en Andalucía con Cs.
Vía libre al decreto de Infantil
El secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, confirmó que su formación ya se ha garantizado el apoyo de Cs en la votación de convalidación del decreto de Educación Infantil que acogerá mañana el Parlamento andaluz. El apoyo del grupo de Marín permitirá así sortear las críticas y el más que probable voto negativo del resto de partidos tras haberse limado el texto y solventar las diferencias “técnicas”.