El gobierno local ha empezado a actuar contra el boyante mercado negro creado en torno a la Semana Santa y que engloba, como denunció Viva Sevilla, sillas y palcos -los cuales se revenden por Internet bajo la “sui generis” figura de la cesión a cambio de bolígrafos Bic- y pisos y balcones. No hay ninguna duda jurídica sobre la prohibición de lucrarse con sillas y palcos, estipulada en el Reglamento regulador.
En cuanto al alquiler de balcones, costumbre que viene de antiguo, algunas voces han puesto en cuestión la actuación de la Policía Local por entender que ésta no debe interferir en bienes de naturaleza privada de libre disposición por parte de sus propietarios y fuera, por tanto, del ámbito de lo público. Sin embargo, el Ayuntamiento está atacando sólo actuaciones fraudulentas.
Así, se han detectado y perseguido anuncios sencillamente falsos; a un inquilino que realquilaba un balcón al margen del propietario de la vivienda; el alquiler de un balcón con catering y bebidas durante toda la jornada en oficinas que sólo tenían licencia como tales; pisos que se alquilaban para alojamiento con el reclamo de los balcones pero sin autorización como viviendas turísticas… Nos congratulamos de que el Consistorio luche contra estas actividades fraudulentas que dañan a los sectores inmobiliario y turístico legales y también a la imagen de Sevilla, que no puede quedar como la ciudad de la picaresca.
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