Ciudadanos deslució este martes la efeméride que le toca celebrar a Susana Díaz. Un 22 de marzo de 2015, hace justo dos años, la presidenta se apuntaba su primera victoria en las urnas en unas elecciones autonómicas. Luego le tocaría atravesar el desierto de 81 días sin apoyos suficientes para renovar mandato, hasta que el recién inaugurado grupo de Juan Marín le brindó el respaldo de sus 9 diputados. Ese mismo protagonista lanzó una seria advertencia: si a finales de junio no hay señales de que vaya a cumplirse un puñado de los 69 compromisos puestos por escrito entonces en el acuerdo de investidura tocará replantearse, o incluso retirarse, el plácido sostén que C’s presta al PSOE en el Parlamento. La presidenta soplará pues sus dos primeras velas con deberes pendientes.
Marín agotó el repertorio de metáforas. Desde “apretar las tuercas” a la presidenta hasta recomendarle que “se ponga las pilas” y forzarla a “que meta la sexta marcha” si no quiere ver cojear la estabilidad política de la que presume en la Cámara. Las exigencias tienen nombre y apellidos. Ciudadanos celebra que casi la mitad de los compromisos que arrancó a Díaz se haya cumplido en el ecuador de la legislatura, pero reclama un “acelerón” en todos aquellos vinculados a la creación de empleo y a la mejora de la productividad. Y pone fecha: antes de que llegue julio deben estar en tramitación, por ejemplo, las nuevas leyes de Emprendimiento y de Formación Profesional, la de Mecenazgo o la Integral de Agricultura. También la estrategia para la captación de inversión foránea o la Oficina que combata el fraude fiscal. Marín reclamó que funcionase a finales de marzo y a lo máximo que se comprometió Díaz en el Parlamento fue a que dé sus primeros pasos antes de que venza el semestre.
Si ese paquete de medidas se ralentiza aún más habrá consecuencias. Y será, enfatizó Marín, “por inoperancia” del Ejecutivo socialista y de su líder, que “no tiene la cabeza en Andalucía” sino en sus aspiraciones personales. “El Gobierno tiene que hacer más; su eficacia deja mucho que desear”, sentenció el líder de C’s. Los nueve diputados que han facilitado al PSOE la plácida tramitación por dos años consecutivos de la ley más importante de Andalucía, la de los Presupuestos, se cotizan ahora más caros.
De cal y de arena
Marín está convencido de que si “Díaz hubiese estado más centrada en Andalucía esto no habría pasado”, y puso como ejemplo el enquistamiento de la crisis sanitaria y su intuición de que la solución final se tomó cuando intuyó que podría afectar a su circulación hacia Ferraz. A partir de ahí, la crítica se suaviza. C’s presiona pero sabe que de momento, al menos hasta que las tornas cambien de una forma u otra, su posición es de escolta del PSOE. Aprieta, pero de momento sin ahogar. Por ejemplo al asegurar el líder de Ciudadanos que él en la tesitura de Díaz dejaría la Junta si ganase las primarias, pero a continuación que respeta la decisión que tome ésta.
Tampoco tuvo empacho Marín en reconocer que el latigazo está muy vinculado a los tiempos que maneja la jefa del Gobierno andaluz. La fecha tope de julio coincide con el momento en el que se resolverá la incógnita de quién toma las riendas del PSOE nacional. El Congreso Federal socialista será el 17 y 18 de junio. Salvo contradicción con su propia palabra, Díaz seguiría al frente de la Junta pero tendría dos frentes que cubrir. Pese al envite, C’s asume que la prefiere a ella al frente del partido porque “defiende mejor la unidad” territorial. Eso sí, Marín no descarta en el futuro estar en un Gobierno de la mano del PP...
La Junta sólo ve logros
El Consejo de Gobierno de la Junta dedicó parte de su reunión de este martes a analizar los logros amasados durante los dos primeros años que han transcurrido desde el 22-M de 2015. El portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel Vázquez, invirtió casi 40 minutos en repasar los avances, que centró en proteger las políticas sociales y la prestaciones ante los recortes que llegan de Madrid. No hubo mención a errores, ni siquiera a la crisis sanitaria.