El príncipe Guillermo, nieto de Isabel II, se ha convertido en centro de las críticas en el Reino Unido por no asumir suficientes compromisos oficiales, algo que la prensa británica le recrimina como una "falta de ética", al ser el segundo en la línea de sucesión al trono.
Los reproches al duque de Cambridge por este motivo se vienen sucediendo desde hace meses y la última actuación del joven, de 34 años, que ha molestado a los británicos ha sido su ausencia en los actos por el día de la Commonwealth, esta semana, por encontrarse esquiando en los Alpes suizos.
Mientras que la reina Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y su esposa Camila, así como el príncipe Enrique acudieron a una misa a la Abadía de Westminster el pasado lunes, el príncipe Guillermo decidió no interrumpir un viaje de esquí con amigos.
Además de disfrutar del deporte de nieve, el primogénito de Carlos y Diana de Gales también acudió al club nocturno Farinet en Verbier (Suiza), una velada en la que estuvo acompañado de la modelo australiana Sophie Taylor y de la que han llegado a la prensa imágenes y vídeos.
Tal fue el revuelo causado en los medios por esta actitud que el palacio de Kensington, residencia oficial de los duques, se vio obligado a emitir un comunicado en el que aseguraba que Guillermo y Catalina acudirían en el futuro a los actos conmemorativos del día de la Commonwealth.
"Los duques de Cambridge han asistido en años previos a los actos conmemorativos del día de la Commonwealth y lo harán de nuevo en el futuro", rezaba la breve misiva.
La duquesa de Cambridge no acompañó a su marido a la nieve, pero tampoco asumió ningún compromiso oficial durante ese día, sino que se quedó en su residencia en el condado de Norfolk (este de Inglaterra), con los pequeños príncipes Jorge y Carlota, de 3 y 1 años, respectivamente.
Este fin de semana, Guillermo y Catalina se encuentran de visita oficial en París, enviados expresamente por el Ministerio de Exteriores británico a fin de contribuir a limar asperezas diplomáticas con Francia en un momento en el que el Reino Unido prepara su salida de la Unión Europea (UE).
Como respuesta a las constantes críticas por la falta de compromiso del príncipe, la familia real británica anunció el pasado mes de enero que Guillermo abandonará este año su trabajo como piloto de ambulancias aéreas para dedicarse por completo a las obligaciones reales.
"Su alteza real terminará su papel (como piloto) en la East Anglia Air Ambulance este verano, conforme a su compromiso de volar con ellos durante dos años", anunciaba el comunicado.
Hasta que se retire, este trabajo le ocupa 20 horas semanales y, según la cadena británica BBC, teniendo en cuenta estas horas y los compromisos a los que ha acudido este año, habría trabajado 34 de los 53 días laborales de lo que llevamos de 2017.
En una entrevista concedida a la BBC en abril del pasado año, cuando ya habían comenzado los debates por este asunto, el príncipe se defendió diciendo que él sería "la primera persona en aceptar" compromisos reales cuando su abuela, que lleva 64 años en el trono, le cediera responsabilidades.
El príncipe Guillermo ha acudido en lo que va de año a doce eventos oficiales, entre ellos un viaje a Gales, una cena de gala y una investidura en el palacio de Buckingham, y su esposa a diez.
El miembro de la familia real británica que a más actos había acudido hasta el pasado 10 de marzo ha sido la princesa Ana, hija de la reina, con 34 compromisos, seguida por el príncipe Carlos, que asistió a 29.
Por su parte, la reina Isabel II ha acudido a 28 eventos, mientras que su marido, el duque de Edimburgo, ha asistido a nueve.