Marbella bautizará con el nombre de Páblo Ráez un espacio público de la ciudad, según ha anunciado el alcalde, José Bernal, que ha recibido hoy a un vecino de Vélez-Málaga que ha presentado 160.000 firmas para dedicar una calle al joven que hizo viral su campaña para la donación de médula.
"Si no es una calle, será una plaza, un bulevar, un estadio o el nuevo centro de salud que vamos a llevar a cabo", ha asegurado el regidor, que ha explicado que el Ayuntamiento acordará con la familia de Ráez, fallecido el pasado sábado, qué equipamiento público llevará su nombre "para que Pablo siempre esté en la memoria de Marbella".
"Que todo el mundo tenga claro que va a ser un lugar significativo", ha destacado Bernal, quién ha afirmado que "se va a cumplir el deseo de millones de personas que quieren que quede siempre la imagen de Pablo identificada con Marbella e identificada con el esfuerzo para donar médula y salvar vidas".
"Hay unanimidad de corazones para que el recuerdo de Pablo siempre esté presente en Marbella", ha apuntado el alcalde, que ha insistido en la necesidad de acordar la actuación con los familiares del joven, "a los que ahora hay que dejar descansar".
El primer edil ha agradecido el gesto de Francisco José Molina, vecino de Vélez-Málaga, que ha presentado hoy por registro de entrada en el Consistorio de Marbella 160.000 firmas que respaldan la petición de que se reconozca con el nombre de Pablo Ráez un espacio público del municipio.
Molina ha explicado que comenzó la campaña, a través de Internet -en la plataforma change.org-, el mismo día en que falleció el joven marbellí y que la iniciativa, que suma ya 163.000 firmas, permanece abierta.
Ráez era un joven deportista marbellí de 18 años al que en marzo de 2015 los médicos le diagnosticaron leucemia, de la que se recuperó tras someterse a distintas sesiones de quimioterapia y a una intervención en la que le trasplantaron la médula de su padre.
Sin embargo, apenas diez meses después la enfermedad reapareció y, ante la necesidad de buscar un nuevo donante, el joven lanzó a través de las redes sociales la campaña "Reto un millón", en la que animaba a la gente a donar médula ósea bajo el lema "no para mí, para todo el mundo que lo necesite".
La campaña se hizo viral gracias a los mensajes, los vídeos y la actitud positiva de Ráez durante el tiempo que estuvo hospitalizado, lo que generó que se multiplicaran las donaciones de médula en la provincia de Málaga.
En noviembre de 2016, el joven recibió en el Hospital Regional Carlos de Haya de Málaga una infusión de células madres tras la donación de una joven americana y fue dado de alta, pero las malas noticias llegaban de nuevo el pasado mes de enero cuando Ráez anunciaba un rechazo en el trasplante.
El 25 de enero admitía en las redes sociales que atravesaba "un momento duro" y que le daban "ganas de tirar la toalla, de dejar de sufrir, de descansar de una vez" pero aseguraba que no se rendía y que seguiría "luchando" e insistía en su mensaje vitalista para que disfrutar "cada día, que es único, de verdad".
"¡Seguimos en el camino y cargado de fuerza!", afirmaba el joven marbellí, que animó a todas las personas y a sus familias "que están pasando una dura batalla" porque "todo pasará y todo llegará".
Tan solo un mes después, Pablo Raéz falleció en su casa, rodeado de su familia, que desde el pasado sábado viene recibiendo mensajes de condolencias, fundamentalmente a través de las redes sociales, de miles de personas, entre las que se encuentran personalidades de todos los ámbitos e instituciones.
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