La nueva ronda de contactos que la Junta y el Gobierno central iniciarán el martes de la próxima semana para cerrar un acuerdo sobre el sistema de financiación autonómico no contará, en principio, con el respaldo del PP, toda vez que su presidente regional, Javier Arenas, rechazó ayer la posibilidad de que la Comunidad no sea la que más se beneficie, como ya admitió el miércoles la consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo.
Así, tras los contactos mantenidos entre el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, ambas administraciones se reunirán el próximo martes para abordar el nuevo sistema de financiación autonómica. Al encuentro, al que acudirán tras analizar en un grupo de trabajo las variables que se van a manejar en el futuro modelo, asistirán la consejera andaluz de Economía y el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña.
El propio Griñán apuntó anoche que mantiene la esperanza de que esta reunión se salde "definitivamente con una posición común" entre ambas partes sobre el modelo de financiación, señalando que él mismo le ha comunicado a la vicepresidenta económica, Elena Salgado, su interés por los porcentajes en pro de la "homogeneidad".
Carmen Martínez Aguayo se mostraba el miércoles confiada en que se podría alcanzar un acuerdo antes de que se reunan todas las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, previsto para el 15 de julio, y adelantaba que Andalucía aceptaría el modelo si se mantienen los criterios de igualdad y de población en el reparto de los fondos, ponderando la población escolar y otros sectores sociales.
Martínez Aguayo apuntaba que Andalucía será la que más reciba, por ser la más poblada, pero “no sería lógico que fuera la que más recibiera, porque no es la que más ha crecido”, algo que beneficiaría claramente a Cataluña, una reflexión que el presidente del PP-A, Javier Arenas, consideraba ayer “un tremendo disparate” y acusaba al presidente andaluz de “plegarse a los intereses del PSOE” al no aceptar que no sea la que más gane cuando la región es de las que más ha crecido, no se ha actualizado el censo y posee un millón de parados.
Arenas volvió a reiterarle a Griñán que cuenta con el respaldo del PP -llegó a proponerle que le acompañaba a las reuniones para defender la postura andaluza- si consigue que Andalucía sea la que más gane. “Si no, será un fracaso y una traición”, invitándole a poner en valor a los 8 millones de andaluces y a sus “circunstancias socioeconómicas”, ya que considera poco relevante que se compute la población escolar.
Según apuntó, "le consta" que Griñán conoce lo que va a recibir Andalucía porque el resto de presidentes autonómico ya lo saben, y se mostró convencido de que lo está ocultando "probablemente porque sabe que es incapaz de defender la propuesta del Gobierno de España ante los andaluces".
También rechazó Arenas la posibilidad de cobrar en "solares y suelo" la deuda histórica, porque el Estatuto recoge que debe pagarse a través de asignaciones complementarias procedentes de los Presupuestos Generales del Estado, por lo que concluyó que el presidente de la Junta "ha engañado" a los ciudadanos cuando dijo que la "deuda histórica" se iba a cobrar en dinero "contante y sonante", por lo que todo lo que no sea así será incumplir el Estatuto de Autonomía.
Financiación local
Por otra parte, Arenas anunció, tras reunirse con una representación de alcaldes del PP-A, que van a seguir exigiendo más financiación y competencias con sus presupuestos para los ayuntamientos, además de proponer a todos los partidos un Código de Buen Gobierno en las entidades locales que abogue por la asuteridad y el comportamiento ejemplar, además de regular las retribuciones de los regidores.
En este sentido, se mostró partidario de plantear una bajada de los sueldos de los responsables públicos andaluces en función de la previsión del IPC para los próximos años, tanto de los de ámbito local como del resto de administraciones.