Ciudadanos volverá a la carga y apretará de nuevo las tuercas al Gobierno de Susana Díaz para lograr más concesiones en una de las parcelas que vertebran su estrategia política: aliviar los bolsillos de los andaluces con sucesivas rebajas fiscales. Y lo hará redoblando la presión en un capítulo que ya le dio buenos frutos a finales de 2015, el de aligerar el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El presidente y portavoz del grupo, Juan Marín, le ha recordado este miércoles a la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, que en el acuerdo de investidura que le abrió por segunda vez las puertas de San Telmo a Díaz figuraba una rebaja de 3,5 puntos en ese gravamen. Las cuentas son sencillas para el partido de Albert Rivera: si arrancaron ya dos puntos en la negociación del Presupuesto de la comunidad de 2016 quedan pendientes aún otro punto y medio. Y por lo escuchado en el Parlamento andaluz debería ser "ya".
Marín ha alertado de que aunque el compromiso es alcanzar esa cota a finales de legislatura lo ideal es que ese punto y medio de rebaja se aprobara a lo largo de este año para que entrara en vigor el 1 de enero de 2018. "Hay que dar una vuelta de tuerca" al impuesto, ha definido de forma gráfica. Ciudadanos lo tiene de momento complicado porque el acuerdo de hace meses para aprobar las cuentas andaluzas de 2017, las que están ya en vigor, incluía el compromiso de crear un grupo de trabajo que sentara las bases de la reforma impositiva, pero no hay noticias de él. Por eso Marín exige a la propia Díaz que "ordene" ya a la consejera de Hacienda "poner hora y fecha" para iniciar el diálogo, y ha recurrido además a las declaraciones de este martes del vicepresidente Manuel Jiménez Barrios, que al detallar la declaración institucional de la Junta de Andalucía coincidiendo con el 28F reclamó una armonización fiscal en toda España. "Estamos de acuerdo, pero qué mejor ejemplo que empezar a abordarlo por la rebaja del IRPF", ha insistido. Y ha apostillado que confía en que "no se trate de un brindis al sol" porque de lo que se trata es de "empezar a limpiar la casa por ña nuestra y luego pedir al Gobierno central lo que haya que pedir." La rebaja fiscal es pues factible orque, a su juicio, "los datos de la propia Consejería confirman que es posible bajar impuestos, que baje la recaudación y se puedan destinar más recursos al Estado del Bienestar".
Una de las fórmulas para lograr esa cuadratura del círculo de gastar lo mismo ingresando menos en impuesto enlaza con otra de sus iniciativas: poner en marcha ya la Oficina contra el Fraude Fiscal, que Susana Díaz se comprometió la semana pasada a que viera la luz antes de junio pero que Marín insta a que se adelante a finales de marzo. Los 300 millones que calcula que podrían recaudarse en esa lucha contra el fraude podrían compensar los que se dejarían de percibir si se suprime o se bonifica casi al 100% el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, como reclaman a la par Ciudadanos y el Partido Popular.
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