Susana Díaz ha hecho sangre hoy en la sesión de control al Gobierno con el resultado del Congreso Nacional que el pasado fin de semana confirmó el liderazgo de Mariano Rajoy y, de paso, afianzó también entre sus pesos pesados a Javier Arenas. La jugada no ha pasado desapercibida para el PSOE andaluz, que le tenía guardado al líder del PP regional, Juanma Moreno, el chascarrillo que más daño podía hacerle: que el exministro que marcó en 2012 el mejor resultado histórico de los populares en la región (50 diputados frente a los 33 actuales de Moreno Bonilla) infligiendo la única derrota a los socialistas en unas autonómicas andaluzas aún supervisa sus movimientos y en cierto modo maniata sus decisiones. Pese a las dudas sobre su continuidad, Arenas sobrevive en la cúpula del PP nacional como vicesecretario de Política Autonómica y Local, lo que en la práctica incluye en su órbita cualquier decisión que tome Moreno en su feudo, sacudido por conflictos provinciales pese a la tranquilidad que augura el congreso regional de marzo.
Resolutiva como nadie en los cuerpo a cuerpo, la presidenta de la Junta le ha lanzado a Moreno el recado que llevaba madurando toda la semana: "Felicite a Arenas, el torero siempre será torero y el subalterno, subalterno", le ha recomendado para delite de su bancada e indignación de la contraria. Era la respuesta a la nueva insinuación del líder del PP de que está más preocupada de su supuesto futuro en Madrid que de la gestión diaria de Andalucía. La ocasión era propicia, así que Díaz le ha recomendado este jueves que no se "preocupe" tanto de las cuestiones internas del PSOE y lo haga más de los obstáculos que en su propia formación le estarían levantando para que culmine ese proceso de renovación del que alardeó cuando tomó las riendas del PP hace ya tres años.
En ese rifirrafe ya clásico de cada quince días en sede parlamentaria Susana Díaz ha recomendado a los populares que si tan preocupados están de Andalucía que exijan al Gobierno central, de su mismo partido, que desbloquee la licitación de la línea 3 del Metro de Sevilla, que acabe con los casi 700 días de incomunicación ferroviaria de Granada o impulsen de una vez la conexión por tren entre el Puerto de Algeciras y Bobadilla. En el epílogo, de nuevo el mensaje hiriente: "Si usted puede, y si no llamamos al señor Arenas para que medie en Madrid"...