Portugal viene plantando, desde la puesta en marcha en 2002 de la presa de Alqueva (la mayor de Europa) al otro lado de la frontera lindando con Badajoz, unas doce mil hectáreas de olivar al año. Gracias a ello, produce hoy más de cien mil toneladas de aceite y, según un estudio del experto andaluz independiente Juan Vilar, tendrá en una década como máximo el olivar más productivo (cantidad de aceite por hectárea) y competitivo (puesto en venta en el mercado al precio más ajustado en relación a su calidad) del mundo.
Es la conclusión más relevante del informe elaborado dentro del Máster en Administración de Empreas Oleícolas que imparte la Universidad Internacional de Andalucía (Unia) en Baeza (Jaén), y que ha sido coordinado por Vilar. Este acumula 16 años de experiencia en la empresa GEA Iberia, especializada en maquinaria para almazaras, de la que salió en 2016.
El trabajo recoge que España sigue siendo el país del mundo, de los actuales 56 productores, cuya productividad por hectárea de sus olivares supera con creces al resto. Así, la media de las últimas diez campañas ha sido de 530 kilogramos de aceite por hectárea. Los siguientes cuatro países con los olivares más productivos son Italia, Portugal, Grecia y Siria, con 322 kilos, 262 kilos, 252 kilos, y 220 kilos por hectárea, respectivamente.
Impactos
Pero no ocurre lo mismo en el ámbito de la competitividad, donde España ocupa una posición muy por debajo de la media, especialmente debido a la naturaleza de la mayor parte de su olivar, de categoría tradicional. La diferencia fundamental entre ambos tipos es que el intensivo abarata radicalmente los costes de recolección: mientras en el tradicional suponen hasta el 20% del precio de producción de un kilo de aceite, en el intensivo se reducen al 4% como máximo.
Portugal estabilizará en un máximo de una década la producción de todas las plantaciones de olivo realizadas desde el llenado del pantano de Alqueva, y entonces superará a España en ambos parámetros (productividad y competitividad). El estudio también refleja que Australia es, aisladamente, el más productivo en 2016, con 650 kilos por hectárea. Este país apuesta también por el intensivo.
En cuanto a la superficie mundial de olivar, ésta se concentra en más del 70% en tan solo cinco países, siendo por orden, los siguientes: España, 24%; Túnez, 17%; Italia, 11%; Grecia, 10%; y Marruecos, 9%.