Llegar a un hotel, no esperar colas en recepción y no tener que llevar la llave de la habitación en el bolsillo parece imposible, pero es una idea que han desarrollado tres empresarios sevillanos, que han patentado la primera aplicación para móviles que hace estas y bastantes más funciones.
Se llama Becheckin y ha salido adelante gracias al trabajo de Víctor Casal y los hermanos Francisco y José Antonio Gutiérrez al frente de la empresa Inserta Group, y ya funciona en el Hotel Inglaterra, el más antiguo de Sevilla, que, curiosamente, ahora es también el más moderno a la hora de aplicar una idea que se expandirá a más establecimientos hoteleros en las próximas semanas.
Como explica a Efe Víctor Casal nada más demostrar el funcionamiento de su sistema en el histórico hotel sevillano, "la idea surge de una empresa anterior de mis socios que se encarga de cargar baterías en autobuses, trenes o estaciones de metro en Madrid, y pensamos en algo diferente en el mercado, muy distinto a lo que había".
Y es que, el problema radicaba en que "los sistemas que existían interactuaban por wifi a través el móvil, pero eran caros y excluyentes, porque o funcionaban con el móvil o no funcionaban", de modo que si se aplicaba este sistema se eliminaba la cerradura convencional, pero Becheckin no la elimina, sino que da la opción de usarla con la aplicación de móvil, que además es compatible con cualquier sistema operativo de telefonía.
A ello se une que las aperturas por wifi son inseguras "y está demostrado (de ahí que no hayan tenido éxito), mientras que nuestro sistema usa Bluetooth, está encriptado con 140.000 caracteres y es 100 % seguro".
Explica además que "los dueños y fabricantes pedían no tocar las cerraduras, no actuar sobre la puerta, sino sobre el marco", creando un sistema "invisible", que hace que no se note nada a la hora de observar el acceso a la habitación, aunque también se puede aplicar en cualquier acceso, como un garaje o incluso torno de gimnasio, entre otros, con una máximo indispensable: "La libertad que da a los usuarios es fundamental".
La idea ha sido sumada a su red por el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH), que recuerda en su web oficial que ayuda a manejar "cerraduras digitales, el control de accesos, la seguridad en pasarelas de pago, el ahorro energético con sistemas de eficiencia inteligentes o la digitalización de espacios. Todo ello gestionado desde un dispositivo móvil".
Y es que, "el smartphone nos acompaña en nuestras vidas, nos la facilita y nos procura libertad. Es la herramienta imprescindible y por eso siempre la llevamos con nosotros. Nos podemos olvidar la cartera, la documentación, las llaves, pero nunca abandonamos el móvil".
Con todo, el cliente reserva su habitación y en ese momento se le ofrece la posibilidad de descargar la aplicación e introducir el código en la misma que hará que optimice todas sus utilidades, y todo ello tras un estudio que los responsables de la empresa realizaron para deducir que solo el 0,02 % de los clientes de los hoteles descargan las aplicaciones de los establecimientos, y además las dejan de usar.
El resumen del uso es que la puerta se abre en un segundo como máximo, superando las pruebas iniciales que hacían que se tardase de 2,5 a 3 segundos, lo que parece poco tiempo, pero chocaba con el gesto instantáneo de usar la tarjeta o la llave, y en octubre pasado, por fin, se alcanzó el producto final.
Se trata de una innovación en todos los sentidos, porque incluso ha cambiado los hábitos de los clientes a la hora de eludir las descargas de las aplicaciones hoteleras, ya que de 150 ofrecimientos se consiguieron 140, y el funcionamiento ya es total en caso de demanda por el huésped de este servicio.
Por ahora, el hotel Inglaterra es pionero, aunque las aplicaciones son múltiples, no solo para abrir la puerta del hotel, sino también para ayudar a personas con problemas de minusvalía a manejar mejor sus viviendas, desde la puerta a las luces, una versión de la domótica en el móvil que no elimina nada, sino que es un complemento a la cerradura de toda la vida o a las tarjetas que se han ido implantando en los hoteles de todo el mundo.