A las doce del mediodía de este miércoles, bajo un cielo nublado y que amenazaba lluvia para después despejarse, el Secretariado Diocesano de Migraciones del Obispado de Cádiz, junto con la comunidad cristiana del arciprestazgo de Tarifa-Vejer, ha realizado un emotivo acto de oración en la playa de Mangueta, en Zahora (término municipal de Barbate), junto al lugar donde su hallado el cuerpo sin vida de Samuel, un menor que viajaba en una patera que naufragó mientras intentaba alcanzar la costa de Cádiz. La oración iba dirigida a Samuel y por todos los inmigrantes que han perdido la vida en el Estrecho de Gibraltar.
A la oración acudieron decenas de personas, unas cien. Entre ellas el alcalde de Barbate, Miguel Molina. Los asistentes se colocaron en círculo alrededor del nombre de Samuel que estaba escrito sobre la arena de la playa donde apareció su cadáver. Así, en respetuoso silencio, los presentes oyeron las palabras del Obispo de Cádiz, Rafael Zornoza Boy, y también algunas frases del Papa Francisco relativas a la inmigración. Tras unos momentos de profunda reflexión, y como acto simbólico, se lanzaron claveles blancos al océano que baña la playa de Zahora.
También se colocaron velas para perfilar las letras que conformaban el nombre de Samuel sobre la arena de Mangueta.
Cabe recordar que para el Obispado, el hallazgo del cuerpo sin vida de un menor de origen subsahariano de unos seis años en las inmediaciones de la playa de la Mangueta en Zahora “ha vuelto a poner de manifiesto la dura realidad de miles de personas que pierden la vida en el mar intentando llegar a las costas europeas”.
Un hecho que ha sido denunciado desde el Secretariado Diocesano de Migraciones que, cada día, trabaja con los migrantes tanto en los CIE, como en el Centro Tierra de Todos o a través de la Asociación Cardjin, en su inserción, ayuda legal y humanitaria una vez que llegan a nuestras costas.
De hecho, los sacerdotes de la zona del litoral gaditano Tarifa-Vejer realizó este pasado lunes un llamamiento a todos los miembros de estas comunidades parroquiales y a todos aquellos que se quisieran sumar a este acto de oración, animados por el “deber como creyentes también de unirnos a rezar por tantos que salen de su casa en busca de una vida mejor, y se dejan la vida en el Estrecho”.
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