Han pasado 13 días desde que arrancamos la última hoja del calendario. Quizás algunas personas lo han hecho con alivio y con una necesidad profunda de disfrutar momentos mejores…Otras, en cambio, lo hicieron con una leve sensación de añoranza. Lo cierto es que el tiempo sigue su curso, dejándonos la posibilidad de poder o no valorarlo, sentirlo… ¿Cómo se nos presentará este año? La incertidumbre nos acompaña a cada paso, mezclando el presente con el futuro como en una paleta policromática. También las oportunidades pueden verse envueltas en nuevos proyectos o incluso en aquellas puertas que se cerraron. Desde hace mucho, la palabra Eutopía tiene una especial significación en mi trayectoria personal. ¿El mundo no debería ser un ‘buen lugar’” para realizarnos, para crecer y vivir intensamente las experiencias humanas? ¿Por qué esperar, que nos detiene? Tenemos el hoy y la motivación por conquistar una realidad histórica equitativa, debería ser un impulso trasgresor que nos rebele contra este sistema que se caracteriza por su facilidad en conjugar el verbo ‘excluir’ y olvidar incluso como se escribe el de ‘inserta’. El buen sentido de la utopía nos ayuda a analizar aquello que está enquistado y que sólo gesta problemáticas y necesidades sociales, para buscar estrategias y alternativas donde toda la ciudadanía pueda participar en su resolución…De hecho, quienes actúan diariamente desde este paradigma, reclaman un mañana liberador, donde la justicia y la esperanza sean las dos caras triunfantes de la misma moneda. Eutopía… nació para reconocer todas esas aspiraciones que surgen con el único propósito de ir construyendo una sociedad mejor, para aplaudir todas las iniciativas que quieren eliminar las raíces que se aferran a una tierra de violencia y discriminaciones, para apostar por actuaciones que instauren los derechos inherentes y que nos invitan a todas y todos a la corresponsabilidad. Eutopía continúa, porque hay mucho que escribir y compartir en clave realista y positiva; porque hay demasiadas voces acalladas, demasiadas mordazas impuestas por la sombra de la deshumanización; porque hay un ingente requerimiento de no dormirnos en la omisión para despertarnos en la acción y la reflexión; porque existen excesivas soledades, que con un gesto apenas inobservable, pueden convertirse en un árbol de encuentros; porque la vida que ansía la dignificación de cada persona en la que habita, debe prevalecer por encima de los intereses económicos mundiales… Eutopía crece con la savia de la esperanza, yo me uno, semana tras semana, a sus letras y deseos… Que este 2017 lo continuemos con un sentido renovador, como el que expresa el teólogo José María Castillo: “Porque nos resistimos a aceptar el sufrimiento que brota de la injusticia, por lo que no estamos dispuestos a la resignación y por lo que, en definitiva, apostamos decididamente por la causa que nos presenta la Utopía”. Deseo que podamos alcanzar y acceder a las oportunidades que nos hagan mejores Seres Humanos. n
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