Su parecido con la madera y la posibilidad de transformarlo lo hace útil para múltiples aplicaciones desde el embalaje a la fabricación de utensilios
El Centro Tecnológico del Plástico Andaltec, con sede en la localidad jiennense de Martos, y la Universidad de Jaén han desarrollado un bioplástico que incorpora fibra procedente de la poda del olivar. Este material tiene más resistencia y resulta más barato porque incorpora un residuo vegetal que actualmente se quema. Su parecido con la madera y la posibilidad de transformarlo lo hace útil para múltiples aplicaciones desde el embalaje a la fabricación de utensilios, pasando por la agricultura.