El presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Secpre), Ezequiel Rodríguez, aplaudió la decisión de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de autorizar los dos primeros trasplantes de cara en España pero advirtió de la "complejidad" de la intervención y aseguró que sólo se podrá hacer en las diez horas siguientes a la muerte del donante.
"No es nada fácil", sentenció este experto, ya que a pesar de tener perfectamente localizados a los receptores del trasplante, los cirujanos de los hospitales La Fe de Valencia y Virgen del Rocío de Sevilla --los dos centros autorizados para practicar esta operación-- deben obtener el tejido a injertar de un cadáver reciente.
En este sentido, explicó Rodríguez a Europa Press, disponen de entre ocho y diez horas para comprobar la histocompatibilidad de los tejidos, mantener con vida el tejido que se va a trasplantar y proceder a su extracción antes de que el tejido deje de ser útil. Al mismo tiempo, y como sucede con cualquier otro trasplante, el centro debe localizar inmediatamente al receptor y preparar todos los equipos quirúrgicos.
Según destacó el presidente de SECPRE, esta decisión supone un nuevo avance en cirugía que evidencia el "potencial de España" en la materia, a pesar de ser una operación sobre la que existen muchas incógnitas por concretar. De hecho, en todo el mundo sólo se han realizado siete trasplantes de cara: cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y uno en China.
La operación requerirá la coordinación de hasta nueve cirujanos especializados, destacó este experto, y habrá que prestar especial vigilancia a los problemas de rechazo y de infecciones que pueden presentar estos pacientes al tener bajas las defensas. Además, el tejido trasplantado reviste más complejidad por incluir piel, músculos y nervios.