A falta de una, dos entrevistas en la misma mañana y en cadenas nacionales. La presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, animó este lunes por duplicado el debate sobre sus más que supuestas aspiraciones de liderar el partido desde la madrileña sede de Ferraz. Lo hizo como acostumbra desde hace meses y más aún tras la defenestración pública de Pedro Sánchez: amagando sin concretar y dejándose querer para, llegado el momento, ser aupada por el sector del socialismo que la ve como única esperanza para reconstruir desde la oposición los cimientos de una formación centenaria y resquebrajada.
En los platós de dos de los programas matinales de más audiencia desplegó la fórmula esculpida cuando se le cuestiona sobre sus supuestas aspiraciones: estará “donde quieran” sus compañeros, “en la cabeza o en la cola”. La frase no es nueva, pero ya no se oye el “ ahora no es el momento” o aquel ahora lejano “mi sitio está en Andalucía porque es donde quieren que esté quienes me votaron”. Estará dispuesta cuando sea requerida para recomponer un “proyecto fracasado” en las últimas urnas pero que “nadie debe dar por muerto”.
Salvo sorpresa, Díaz dará el paso cuando el partido aclare su calendario. Para eso queda aún por delante un Comité Federal que debe fijar la hoja de ruta, y según lo avanzado hace una semana por el secretario de Organización, Juan Cornejo, todo comenzará a aclararse en diciembre. Será entonces cuando la gestora moldee una conferencia política que debata sobre horizontes ideológicos y a partir de ahí se abrirá la puerta al Congreso Federal Ordinario y la batalla en primarias. “Vísteme despacio que tengo prisa”, definió Díaz ayer parafraseando a su propia abuela.
Cuando eso ocurra puede que Pedro Sánchez sea ya historia. En su estrategia de darle el menor protagonismo posible ahuyentó los fantasmas espoleados por el antiguo líder: negó las “conspiraciones” del Ibex que denunció en su día e insistió en el portazo también al “tú a tú” con Podemos, su feroz enemigo.
La plataforma sevillana, adelante
El sector afín a Pedro Sánchez en Sevilla y crítico con el papel jugado por Susana Díaz en su caída ha unido fuerzas en torno a una plataforma. No cuenta con muchos apoyos, apenas unos 200 en la todopoderosa agrupación, pero insiste en hacer todo el ruido posible reclamando un congreso federal extraordinario y primarias cuanto antes. Lamenta además la “traición” de la abstención ante Rajoy.
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