Los molinos de viento forman parte de nuestra identidad colectiva y es uno de esos ejemplos de cómo, desde antaño, el hombre ha usado la fuerza del viento para generar energía. Ahora, la energía eólica, cuya importancia se ve incluso reflejada en la institucionalización del Día del Viento -el pasado 15 de junio- es uno de los pilares fundamentales de la apuesta por la sostenibilidad energética a través de las renovables, no sólo por la generación eléctrica (Andalucía es líder en crecimiento con respecto a España) sino por la apuesta por la investigación y el desarrollo a través del CTAER, el Centro Tecnológico Avanzado de Energías renovables.
El CTAER, impulsado por la Consejería de Innovación a través de la Agencia Andaluza de la Energía y de la Agencia Idea, tiene entre sus pilares básicos las instalaciones de I+D y, en el caso del área eólica, promoverá el desarrollo de nuevas aplicaciones tecnológicas a través de un centro específico que se ubicará en Barbate (Cádiz).
Dentro del sector de las energías renovables, la energía eólica es la de mayor implantación en España con 16.740 MW conectados a red y con unas previsiones de 30.000 MW en 2016. Los aerogeneradores están en continuo proceso de evolución, por lo que son muy necesarias las instalaciones de ensayo para probar las mejoras tecnológicas así como para la certificación de prestaciones de las nuevas máquinas. Las empresas españolas comparten liderazgo con empresas extranjeras y existe una gran demanda de proyectos de investigación colaborativa.
Así, a través del CTAER, se construirán dos plataformas de ensayo, una en tierra y otra en el mar. La instalación de ensayos en tierra estará enfocada a ensayos de homologación de máquinas completas y de apoyo al desarrollo de componentes, así como a proyectos de demostración que incluyan sistemas de almacenamiento de energía.
Por otra parte, la instalación de ensayo marina estará orientada a la validación de grandes máquinas offshore, incluyendo los aspectos de certificación de la curva de potencia v de homologación que necesite la industria. En la consecución de estos objetivos, el CTAER se ha integrado en la Plataforma Eólica Tecnológica y participa en sus grupos de trabajo.
La tecnología eólica
Otro aspecto de la energía eólica, paralelo a la generación eléctrica, es el tecnológico. En la actualidad Gamesa está fabricando torres de aerogeneradores en Linares (Jaén). En el Marquesado de Zenete, la empresa andaluza Eozen, por su parte, ha instalado una fábrica de palas de aerogeneradores que ha supuesto una inversión de 33,4 millones de euros de los cuales, la Agencia de Innovación y Desarrollo (IDEA) ha incentivado con 2,4 millones. Además, en la Bahía de Cádiz, la empresa Aeroblade construirá una planta de diseño y fabricación de palas eólicas.
Andalucía es, en la actualidad, la región española más activa en cuanto a instalación de turbinas eólicas. Durante el año 2007, con la puesta en marcha de 684 MW, nuestra región incrementó un 112% la potencia eólica instalada con respecto a 2006, cuando en España, el crecimiento medio fue inferior al 15%, un aumento que continuó en Andalucía en 2008, cuando se produjo un incremento cercano al 47%, frente al crecimiento medio del 10,6% en el Estado.
De esta forma, Andalucía ha liderado durante 2007 y 2008 el ranking de crecimiento eólico nacional.
Potencia instalada
La Comunidad cuenta actualmente con 2.169,3 MW en funcionamiento. Por provincias, destaca Cádiz, que acumula el 51% de la potencia eólica instalada seguida de Almería con el 19% y Granada con el 14%, según los datos de la Agencia Andaluza de la Energía.
Estos 2.169,3 MW se distribuyen en 104 parques: 58 en la provincia de Cádiz con 1.093,3 MW; 14 en Málaga con 221 MW de potencia instalada; 16 en Almería con 412,7 MW; 10 en Granada con 309,3 MW; 3 en Huelva con 44,2 MW; 2 en la provincia de Sevilla con 73,6 MW y 1 en Jaén con una potencia instalada de 15,2 MW.
Con esta potencia se está evitando la emisión a la atmósfera de más de 1,9 millones de toneladas de CO2, el equivalente a retirar de la circulación más de 775.500 vehículos.
Este tipo de energía renovable, junto a la fotovoltaica, es la que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años, hasta suponer el 58% de la potencia eléctrica renovable.
En fase de ejecución y puesta en marcha existen 485,64 MW distribuidos en 17 parques: 7 en Huelva, 1 en Almería, 4 en Granada, 2 en Cádiz, 2 en Málaga y 1 en Sevilla.
Generación de empleo
Según la Agencia Andaluza de la Energía, con las cifras de instalaciones en construcción, y utilizando ratios del sector eólico, se está generando una actividad que ocupará a unas 2.900 personas durante un año.
Recientemente, la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa adjudicó 500 nuevos megavatios dentro de la Orden de 29 de febrero de 2008, por la que se regula el procedimiento para la priorización en la tramitación del acceso y conexión a la red eléctrica en Andalucía, para la evacuación de la energía de las instalaciones de generación que utilicen como energía primaria la energía eólica.
Existen numerosas ventajas para apostar por la energía eólica. Entre ellas se encuentra el hecho de que es una energía limpia, que no genera gases contaminantes como el CO2, responsable del calentamiento global. Los 101 parques eólicos que están en funcionamiento en Andalucía están evitando la emisión a la atmósfera de más de 1,7 millones de toneladas de CO2, el equivalente a retirar de la circulación más de 709.500 vehículos.
Además, es una de las tecnologías más rentables, ya que un solo aerogenerador de 2 MW es capaz de producir energía suficiente para abastecer a más de 700 hogares durante un año completo.
Otras de las ventajas es que los generadores pueden instalarse en espacios no aptos para otros fines, por ejemplo en zonas desérticas, próximas a la costa, en laderas áridas y muy empinadas para ser cultivables. Además, para el rendimiento de parques eólicos se requiere un equipo técnico especializado y la construcción de un parque eólico medio de 20 MW, por lo que crea un empleo directo de aproximadamente 120 personas durante un año.
Existen tres tipos de aprovechamiento de la energía eólica. En el primero de los casos, es la creación de grandes parques eólicos para la producción de energía limpia que se vuelca a la red eléctrica para su posterior consumo, mientras que en el segundo de los casos, son instalaciones aisladas para la generación de electricidad, una tecnología idónea para instalaciones que se encuentran alejadas de cualquier punto de conexión de red, ya que aprovechan un recurso natural para el autoabastecimiento energético.
Por último, existe otro tipo de aprovechamiento que se aplica para el bombeo de agua de pozo a través de un sistema eólico multipala y es una de las tecnologías más simples y antiguas, puesto que el hombre la utiliza desde el año 1883.
La energía y sus aerogeneradores
La energía eólica es aquella que se obtiene del viento y, como casi todas las energías renovables, proviene del sol. En torno a un 2% de la energía solar que incide en la tierra se convierte en energía eólica.
Esta energía ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas. En la actualidad, la energía eólica se utiliza principalmente para producir energía eléctrica mediante aerogeneradores. Es un recurso abundante, renovable, limpio y ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un aerogenerador puede medir hasta 90 metros de altura, como un edificio de 30 plantas, y sus palas alcanzan hasta 45 metros, igual que cuatro autobuses juntos.
Las aspas del motor de un aerogenerador convierten, debido al principio de aerodinámica, la fuerza del viento en un movimiento giratorio. La multiplicadora convierte este movimiento a las revoluciones necesarias para que el generador produzca electricidad, una corriente que es elevada a la tensión de la red, donde se vierte. La góndola de un aerogenerador está montada encima de la torre, mientras que la “corona” le permite girar y orientarse hacia el viento.
Existen también aerogeneradores a menor escala que se pueden utilizar para el abastecimiento de electricidad en viviendas aisladas, pequeñas embarcaciones, granjas…