La soledad, y no tanto el calor, es la gran amenaza para los ancianos en verano, como indica el dispositivo de emergencias de Sevilla, que ha atendido desde junio a 250 mayores en sus domicilios, casi todos accidentados por caída y ninguno por golpe de calor, a pesar de las tórridas temperaturas sevillanas.
Este dispositivo ha llegado a atender en la primera semana de agosto a 19 ancianos en sus domicilios, casi todos por haber sufrido una caída y no poder valerse por sí mismos, según los datos analizados por Efe.
Sólo en un día, el domingo 7 de agosto, policías locales y bomberos del Ayuntamiento sevillano tuvieron que rescatan a dos ancianos, ya cadáveres, de sus respectivos domicilios.
El operativo de emergencias sevillano, pionero en España, coordina desde hace diez años los servicios municipales de bomberos, policía, atención social y emergencias con los dispositivos autonómicos de urgencias y con la Policía Nacional para asistencias domiciliarias a mayores u obesos mórbidos que no se pueden valer por sí mismos.
Este servicio, que ha reducido considerablemente su tiempo de respuesta, cuenta con personal de servicios sociales e incluso con veterinarios para hacerse cargo de las mascotas de los atendidos.
Aunque el calor agrava los problemas de salud de los mayores, en especial si se deshidratan, este verano no se ha registrado en la provincia de Sevilla ningún fallecimiento por ola de calor, según han informado a Efe fuentes de la Consejería andaluza de Salud.
Un portavoz de los bomberos sevillanos ha explicado a Efe que la gran mayoría de las cientos de entradas de emergencia en domicilios realizadas desde el 1 de junio para atender a ancianos han estado relacionadas con caídas.
La mayoría de estas alertas se activan por vecinos que avisan a los servicios de emergencia de que llevan varios días sin ver a los ancianos por el bloque o por el barrio.
También los familiares suelen avisar si transcurren varios días sin que sus parientes respondan a sus llamadas telefónicas.
En otros casos son los propios mayores quienes logran activar el botón del sistema de teleasistencia colgado en su cuello o llamar por teléfono a los servicios de emergencia.
Los bomberos sevillanos tuvieron que realizar 417 aperturas de vivienda con urgencia el año pasado.
El abanico de estas intervenciones es tan amplio como dramático: una mujer sentada durante dos días en la taza de un váter porque no se podía levantar; otra anciana, desnutrida tras pasar seis días sin comer, a quienes los policías y bomberos compraron bocadillos mientras se solucionaba su situación; ancianos con síndrome de Diógenes, crisis de ansiedad de los familiares cuando un anciano muere solo...
El portavoz de los bomberos sevillanos no olvida la escena vivida al entrar en un domicilio tras alertar los vecinos de que escuchaban los gritos de una octogenaria, postrada desde hacía años en cama y que estuvo horas pidiendo auxilio tras fallecer su marido, también anciano y que la cuidaba.
En otro caso, los servicios de emergencias tuvieron que ayudar a bajar por la escalera a una mujer mayor con mucho sobrepeso de la primera planta al bajo porque se mudaba; llevaba tres años sin salir a la calle y tiempo después tuvieron que volver a auxiliarla tras caerse de la cama y no poder incorporarse.
Otra anciana de 85 años fue atendida en su domicilio, donde llevaba seis días sin comer, sola y sin poder levantarse.
"El calor agrava los problemas sanitarios de los ancianos, pero la mayoría de las alertas de entrada en domicilio con urgencia son por caídas, muchas veces de madrugada, cuando los mayores han tenido que ir al servicio", señala este bombero.
En verano, esta situación se agrava porque numerosos familiares y vecinos de los ancianos se marchan de vacaciones y estos se quedan solos en los bloques de viviendas.
El Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud entre la población más vulnerable es crucial para los ancianos, pues contacta telefónicamente con ellos, o los visita en los casos más graves, para comprobar su estado de salud.
Este operativo de la Consejería andaluza de Salud ha realizado 723 llamadas telefónicas a estos pacientes de riesgo desde el 1 de mayo y hasta el pasado 31 de julio.
El dispositivo de emergencias de Sevilla insiste en la importancia de comprobar el estado de salud de los ancianos, sobre todo en verano, cuando aumenta su soledad.
Y reitera recomendaciones como que las familias con ancianos viviendo solos faciliten una llave de la vivienda a vecinos de confianza; tener en el domicilio la documentación personal y los protocolos sanitarios que sigue el anciano; realizar llamadas periódicas e insistir a los ancianos en que se hidraten.