Desde que estalló la burbuja inmobiliaria, han sido muchos los colectivos los que se han sensibilizado con la situación de todas y cada una de las familias que han perdido su vivienda al no poder hacer frente a la hipoteca que habían firmado con su entidad bancaria.
Por ello no es de extrañar que algunos movimientos, los cuales, se pueden considerar radicales, hayan hecho un mayor acto de presencia a lo que tenían acostumbrados. Tal es el caso de los “okupas” que, como vamos a ver a continuación, se han convertido en todo un problema en algunas provincias españolas en general y en Sevilla en particular.
Los “okupas” toman Sevilla
Hay que viajar hasta Sevilla, concretamente al Parque Azahara, para poder ver cómo el movimiento “okupa” brilla con todo su esplendor. Y es que, desde el pasado mes de junio, y ya estamos enfilando la segunda mitad del verano, varios integrantes de este movimiento, fuentes policiales aseguran que pueden llegar a la veintena aunque los vecinos de la zona aseguran que son bastantes más, han decidido tomar las nueve viviendas que hay sin ocupar en la urbanización Azucena.
Cuando las autoridades se dirigen al lugar para evaluar la problemática, los residentes de dicha urbanización aseguran que la inseguridad es una norma habitual. Y es que, siempre según sus propias declaraciones, lejos de ocupar las viviendas de manera pacífica, lo hacen por la fuerza imponiéndose de manera incluso a veces violenta. Algo que si bien es cierto, según aseguran fuentes policiales, no es lo más común en estos casos, siempre hay algunos escenarios en los que es mucho más complicado luchar contra las personas que han decidido ocupar un inmueble.
Propuestas para prevenir este problema
Sin embargo, y según aseguran las diferentes plataformas que velan por los derechos de los afectados por las hipotecas, en la represión de este movimiento no podemos encontrar la solución. De hecho, no son pocas las medidas las que ya se han propuesto a día de hoy con el objetivo de que todo tipo de
inmuebles, ya sean
pisos o casas, se puedan utilizar para paliar en cierta medida esta problemática. Y es que, a pesar del estallido de la burbuja, todavía se pueden ver en un sinfín de portales de anuncios clasificados, como puede ser el caso de
eanuncios.com, que son muchas las viviendas que hay a la venta.
Entre estas medidas destaca sobre todo la que tiene que ver con el denominado alquiler social. Un alquiler social que no es otra cosa que un acuerdo entre la inmobiliaria de turno o la entidad financiera propietaria del inmueble y la persona que quiera habitar en él, a partir del cual se establecen unas condiciones muy ventajosas para la persona que quiere residir allí. De este modo no solo se facilita una vivienda a una persona que la necesita sino que al mismo tiempo se ofrece una cierta ganancia a la entidad propietaria.
Otra de las propuestas que también se maneja es la de consensuar un acuerdo entre los propietarios de este número ingente de viviendas con los organismos locales de tal manera que, del mismo modo que ya hemos descrito anteriormente, estos organismos de gobierno se hagan cargo de ese alquiler social de modo que los más desfavorecidos puedan tener un inmueble el cual habitar. Por supuesto en este caso habría que cumplir una serie de normas que deberían ser muy estrictas ya que de lo contrario se podría estar dando una vivienda a una persona que tiene recursos suficientes para acceder a una normal.
Dicho todo esto lo cierto, a tenor del comportamiento que se está teniendo actualmente, es que se está diversificando bastante el tejido económico de nuestro país. Sin embargo, las consecuencias de un crecimiento desmesurado todavía se están pagando y todavía tendrán que pagarse durante mucho tiempo. En consecuencia no es de extrañar que desde las instituciones competentes se pida una mayor planificación a la hora tanto de preparar una nueva construcción como a la hora de pedir la financiación ya que este último aspecto es uno de los que más preocupa ya que cada día son más las personas las que no pueden hacer frente a su deuda lo que implica otro inmueble vacío.