Para todos aquellos que esperaban con ansiedad la confirmación de la rivalidad entre Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, el gran premio de Cataluña fue el punto de inflexión definitivo, la demostración de que ambos pilotos de Yamaha han inaugurado ya una rivalidad que promete ser de largo recorrido.
La ascendencia del italiano en el Mundial es tal que, año tras año, ha acabado por anular a su compañero de equipo, obligándole a cumplir el papel de actor secundario, reduciéndolo casi a mero atrezzo. No será el caso de Lorenzo, ambicioso y competitivo al más puro estilo Rossi, empeñado en pelear de tú a tú con el mejor piloto de la historia.
Con el pretexto de que ambos utilizaban neumáticos diferentes, en el box de Yamaha se alzó un muro entre ambos el año pasado, cuando Lorenzo desembarcó en MotoGP tras ganar dos veces el Mundial de 250 cc. Ahora, con Bridgestone como proveedor único, el muro continúa en pie, símbolo de un pulso que promete multiplicar las audiencias del Mundial: maestro y aprendiz, compañeros de equipo, carismáticos y mediterráneos, a bordo de la misma moto; Rossi y Lorenzo.
Desde que llegó a MotoGP, Rossi ha encontrado rivales de todo tipo, desde el irregular Hayden al siempre competitivo Stoner, pero nunca en su propio equipo.
Ni Carlos Checa ni Colin Edwards llegaron a ponerle en apuros. De hecho, Rossi sólo ha acabado doce carreras por detrás de su compañero de equipo en la máxima categoría, seis de ellas por detrás de Lorenzo.
En Montmeló, Lorenzo estuvo a punto de cruzarse en el camino de Rossi hacia las cien victorias. Suma el italiano ya 99 (73 en MotoGP y 500 cc, 14 en 250 cc y 12 en 125 cc), y en Assen, el 27 de junio, puede alcanzar las cien.
Sólo le supera su compatriota Giacomo Agostini, ganador de 123 carreras (54 en 350 cc, 68 en 500 cc y una en 750 cc) y ocho títulos mundiales en la máxima categoría por seis de Rossi.
El mallorquín perdió la batalla del GP de Cataluña en una carrera memorable, recordada por la increíble maniobra de Rossi en la última curva, pero aspira a ganar la guerra final por el Campeonato del Mundo.
Con apenas año y medio de experiencia en la categoría, Lorenzo disfruta de su mejor momento deportivo y de una íntima satisfacción: sabe que a día de hoy, está en condiciones de competir con Rossi y de llevarle al límite.
A base de un pilotaje atrevido, celebraciones originales, declaraciones sinceras, alejadas de lo políticamente correcto, y de un carisma muy potente, Lorenzo aspira a asumir el testigo de Rossi como piloto más popular de la parrilla, un relevo generacional que puede echar chispas en la entrega del testigo.
La clasificación general del campeonato sufrió una brecha casi definitiva en Cataluña. Cumplido el primer tercio del Mundial, tres pilotos aspiran al título. Son Rossi, Lorenzo y Casey Stoner. Todos tienen 106 puntos, todos suman dos victorias, todos aspiran al Mundial más competido y apretado de las últimas temporadas.
Por detrás, ya muy distanciado y sin opciones reales, aparece Andrea Dovizioso, con 69 puntos.
Su compañero de equipo, Dani Pedrosa, sigue pagando las consecuencias de una lesión muy molesta y de pilotar una moto rápida pero poco constante. La batalla por el título le queda demasiado lejos porque desde la carrera del año pasado en Alemania ha encadenado lesiones y caídas.