Las declaraciones el jueves ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela de ocho de los consejeros que, en la reunión del consejo de Abengoa del 23 de septiembre, aprobaron la indemnización de 11,4 millones al expresidente Felipe Benjumea dejó, fundamentalmente, una novedad relevante. Entre esas ocho personas está José Domínguez Abascal, quien sucedió a Benjumea en la presidencia desde el 23 de septiembre hasta el 29 de febrero pasado, cargo que abandonó tras múltiples desencuentros con su antecesor.
Abascal detalló a la magistrada que fue Benjumea quien entregó al consejo ese día una carta de dimisión. Fueron los bancos acreedores, en especial Santander, quienes exigieron que dejara el cargo de presidente, y el directivo sevillano se fue voluntariamente mediante esa dimisión.
Fuentes jurídicas explicaron ayer que esta explicación aportada por Domínguez Abascal pone en duda la legalidad del pago de 7 millones que formó parte de esa indemnización total de 11,4 millones. El contrato de ejecutivo que Felipe Benjumea tenía firmado desde 2015 con Abengoa recoge que esa parte de la indemnización no se cobrará en determinados supuestos, uno de ellos que el cese sea voluntario, como así ocurrió según el relato de Abascal.
Declaración de Echenique
Benjumea siguió en el consejo de Abengoa como asesor, con un sueldo de 1 millón es de euros anuales de los que, no obstante, no llegó a cobrar nada desde el 23 de septiembre hasta final de año pasado. En cualquier caso, en el conjunto del año 2015 cobró en total 15,6 millones. Primero, 11,4 millones de indemnización dividida en dos tramos: 4,48 millones (por no competencia) y 7 millones (por permanecer en la empresa). Y segundo, 4,2 millones de salario -incluidos 3,3 millones por cumplir objetivos, pese a que la firma presentó preconcurso en noviembre pasado-.
Abascal dijo desconocer los motivos por los que los bancos acreedores exigieron la salida de Benjumea de la presidencia. Será por ello clave la declaración de Rodrigo Echenique, director general de Santander en España, que la acusación tiene intención de solicitar y la juez deberá aprobar.
Se da la circunstancia de que un familiar director de este directivo bancario, Pablo Echenique, trabaja en el departamento jurídico de Abengoa, en concreto como director de Asesoría Jurídica de la filial Projects Warehouse. Aparece además como secretario en cuatro sociedades creadas por Santiago Seage, exconsejero delegado de Abengoa, en octubre pasado en Sevilla.
Con respecto a las declaraciones de José Joaquín Abaurre, José Luis Aya, Ignacio Solís y Carlos Sundheim, miembros de cuatro de las cinco familias que aún poseen la mayoría de Abengoa, todos coincidieron en que no recordaban prácticamente nada del citado consejo del 23 de septiembre. Ni la hora a la que se celebró, ni que estaba prevista la dimisión de Benjumea (pese a que se recoge en el orden del día que se entrega previamente), ni lo que en él se debatió.
El juicio en la Audiencia Nacional deriva de la querella de un centenar de bonistas, representados por el despacho Ius+Aequitas de Madrid, contra Benjumea y el exconsejero delegado Manuel Sánchez por presuntos delitos de administración desleal y uso de información privilegiada. El primero de ellos, por el cobro de sendas indemnizaciones de 11,4 y 4,48 millones, respectivamente, cuando salieron de la empresa. El segundo, por la toma de posiciones bajistas sobre acciones de Abengoa por parte de Blackrock, el fondo de EEUU donde Sánchez recaló tras dejar Abengoa.
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