Abengoa ha recibido ofertas de varios grupos locales de EEUU, que suman 310 millones de euros, por cuatro de sus plantas de etanol en EEUU. La compañía tiene otras tres factorías de este combustible ecológico en este país, entre la que sobresale la de Hugoton (Kansas), la primera con tecnología de segunda generación (usa restos vegetales, no cultivos alimenticios) de la empresa y que lleva parada desde final del pasado año.
Según la información del diario The Wall Street Journal, Abengoa ha recibido una oferta del grupo Green Plains valorada en 180 millones en efectivo por las plantas de Mount Vernon (Indiana) y Madison (Illinois). Además, una filial de Kaapa Ethanol, ha presentado otra propuesta de 102 millones de euros en efectivo por la planta de Ravena (Nebraska). Y la compañía BioUrja Trading ofrece 31 millones también en efectivo por la planta de York (también en Nebraska).
Además de Hugoton, seguirían dentro de Abengoa Bioenergía las plantas de Colwich (también en Kansas) y Portales (Nuevo México). La filial Abengoa Bioenergía US Holdings, matriz del negocio de biofuel en el país, ya cerró de un día para otro sus oficinas centrales en Saint Louis (Missouri) también a final del pasado año dejando a decenas de empleados en el paro. Esta sociedad matriz presentó su quiebra en febrero ante la justicia de Missouri, poco después de conocerse que varios proveedores de maíz iban a instarlo de manera forzosa ante los impagos.
La empresa, tras la información del diario americano, envió ayer un hecho relevante a la CNMV (el regulador de la bolsa española) en el que explica que ha pedido al juzgado que gestiona la quiebra de la mayoría de sus filiales de bioenergía en EEUU que le deje subastarlas. La subasta está prevista para agosto.
La venta de estas plantas confirma que, pese a la quiebra en que se encuentran por la situación de preconcurso de la matriz Abengoa en España, su operación es rentable. De hecho, el expresidente de la empresa, Felipe Benjumea, pujó por los activos de Bioenergía en EEUU y Europa en enero pasado, pero el entonces presidente de Abengoa, José Domínguez Abascal, y su hermano, Javier Benjumea (que era presidente de Bioenergía y consejero) vetaron esa intentona.
La filial Bioenergía perdió 254 millones en 2014, y otros 175 millones en 2013.