Preocupante es que el desempleo haya subido en Huelva según los últimos datos del Servicio Estatal de Empleo, tanto como que a Huelva le haya tocado ser la única provincia de España donde ha aumentado el paro en el mes de mayo con respecto al anterior, así como el hecho de que una vez más, el fin de la campaña agrícola marque la cifra negativa, como el principio de la misma señala la positiva, dejando así de nuevo a los onubenses sujetos a unos vaivenes laborales a los que no se pone remedio. Vaivenes en los que también influye la estacionalidad del otro gran motor laboral de la provincia como es el turismo, sin que la construcción, pese a ligeras cifras en positivo, o la industria, den la respuesta estable que se necesita. Todo ello en un contexto en que no se entiende que se desate la euforia a nivel nacional, pues, aunque siempre es positivo que el paro baje, no resulta normal que se hable de buenos datos cuando todavía estamos cerca de los cuatro millones de parados, una cifra tozuda a la que las políticas del Gobierno central no han puesto remedio, y el número de afiliados a la Seguridad Social está lejos de esos 19 millones que los expertos ponen como mínimo para asegurar que se mantenga el sistema. A todo ello, hay que añadir una vez más que la contratación sigue siendo temporal y precaria y también, que el desmantelamiento del estado de bienestar que hemos sufrido estos años, deje ya menos del 50 por ciento de los parados con cobertura.
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