La compañía minera Cobre Las Cruces, propiedad de la canadiense First Quantum y que explota un yacimiento al norte de la ciudad de Sevilla desde hace una década, confirmó ayer que planea acometer una inversión “relevante y significativa” para extender la vida de la mina una década más a partir de 2021. En un encuentro con medios comunicación en el club Antares de la Cámara de Comercio, el consejero delegado, Sean Whittome ha eludido concretar esa cifra.
Esta web ya publicó hace un mes que el desembolso podría rondar los 400 millones de euros. Se sumaría a los 1.018 invertidos por la empresa en Sevilla desde que comenzó a funcionar hace una década, una de las mayores inversiones industriales de Andalucía de las últimas décadas.
Whittome explicó que para darle a la mina diez años más de vida, una vez se acaben los sulfuros secundarios muy ricos en cobre que explotan ahora mismo, Las Cruces debe de testar la viabilidad del nuevo proceso productivo para extraer múltiples metales mediante hidrometalurgia. Es decir, extender a otros productos distintos del cobre la tecnología que ya usan desde 2006 para extraer cobre. Tecnología que, aseguró el directivo, sería clave para el conjunto de la faja pirítica andaluza en la que abundan los sulfuros polimetálicos.
Las Cruces se vio afectada por la caída de precios de materias primas en 2015 y redujo ingresos hasta 356 millones, un 4% menos. “No podemos actuar sobre los precios de venta, que nos vienen impuestos por el mercado, por eso hemos actuado sobre nuestros costes eliminando ineficiencias y reduciéndolos un 10%”, explicó Whittome.
La mina, que ocupa mil hectáreas, produjo el año pasado 71.029 toneladas de cátodos de gran pureza que en su mayoría se vendieron en España, aunque también en parte se exportaron a países mediterráneos. Emplea a 260 empleados directos, otros 540 en subcontratas estables y genera 1.500 indirectos.