Ciudadanos transmitió este miércoles hasta por dos veces a Susana Díaz la seria advertencia de que el pacto que avaló su investidura como presidenta puede tambalearse si no prescinde de su consejero de Economía y Conocimiento. La luz roja de alarma se encendió tras confirmar el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que Antonio Ramírez de Arellano tiene una cita el próximo martes 10 en Granada, ante la sala de lo Civil y lo Penal, para responder por la denuncia presentada en su día por la Fiscalía Superior, que le señala como posible responsable de sendos delitos de prevaricación administrativa y falsedad en documento público.
El caso de Arellano, acusado por la supuesta adjudicación irregular de un proyecto de obras durante su etapa como vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Sevilla, entra así de lleno en el escenario ya de precampaña. Ciudadanos hace bandera de la lucha contra la corrupción y ha marcado siempre una línea roja en torno a los cargos públicos imputados, de ahí que su vicesecretario general, José Manuel Villegas, reconociera desde Madrid que el pacto en Andalucía “puede estar en peligro” si el consejero señalado no abandona su cargo. “No puede haber imputados en el Gobierno andaluz”, insistió.
El mensaje era reproducido horas después en clave regional por el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía, Sergio Romero. La consigna fue idéntica: su formación defiende “por activa y por pasiva” que cualquier cargo público imputado por corrupción política tendrá que ser destituido si no da antes el paso de renunciar de forma voluntaria.
La citación de Arellano le sirvió también al PP para recomendar a Susana Díaz que tenga “altura política” y para conectar el caso con el de Granada, el Ayuntamiento que perderá este jueves en beneficio del PSOE. Su secretaria general, Loles López, cree que la presidenta de la Junta no está legitimada para dar “clases de decencia política”, en referencia a los ataques por el caso que acabó con el alcalde de la ciudad, Torres Hurtado, mientras mantenga en su Ejecutivo al consejero. El pasado día 28 el propio Arellano descartaba en el Parlamento que sean casos comparables y aseguraba que su presunción de inocencia está “intacta”.
Díaz se aferra al cariz "administrativo"
Arellano acompañaba precisamente este miércoles a Susana Díaz en un acto en Almería. Allí la presidenta confió en que “se aclare cuanto antes” un tema que, en línea con lo defendido por la Junta, tiene un mero cariz “administrativo”, difuminando así la vertiente política. Tan convencida está que redujo el caso a “pelea de arquitectos” al ser preguntada sobre la posibilidad de un cese
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