A la memoria de José Portal Navarro..

Esta pasada Semana Santa se cumplían 30 años del fallecimiento del costalero bajo las trabajaderas del Señor de la Salud

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  • Cristo de la Salud -

Esta pasada Semana Santa se cumplían 30 años de uno de los momentos más estremecedores y tristes que guardan relación con la hermandad de San Bernardo y el mundo de las trabajaderas, el fallecimiento bajo el paso del Santísimo Cristo de la Salud del costalero José Portal Navarro.
Pepe Portal, contaba con tan sólo 42 años de edad, y ese Miércoles Santo de 1986 volvió a meterse bajo las trabajaderas para dar gracias por la recuperación favorable de su padre, enfermo de cáncer hasta unas semanas antes de aquel fatídico 26 de Marzo.


Cuando el paso del Cristo de la Salud, llegó a la plaza de la Alfalfa, justo antes de la esquina con la calle San Juan, José Portal empezó a sentirse indispuesto. El veterano capataz Manuel Rechi, que se encontraba admirando la cofradía por la zona, junto con dos costaleros más lo sacaran de debajo de las trabajaderas para meterlo rápidamente en un portal cercano. En esos momentos de angustia, ya se temía lo peor. Un nazareno, médico, se quitó el capirote y marchó hasta el lugar, lo mismo que dos testigos también facultativos que conocieron la noticia del percance. Una furgoneta de la policía municipal se intentaba abrir paso para trasladar al enfermo, mientras los tres anónimos médicos intentaban algo que no fue posible, salvar su vida.


José Portal falleció de un aneurisma abdominal que reventó su cuerpo y el alma de aquella jornada. En el desaparecido equipo quirúrjico, estaba de guardia el doctor Antonio Hermosilla Molina,  fue él quien avisó al doctor Campos Camacho que se encontraba en el palquillo de la Campana del letal suceso, había fallecido un costalero del Cristo de la Salud de San Bernardo. El Doctor Campos Camacho, presidente del Consejo, fue la persona que comunicó el triste desenlace al por entonces hermano mayor de San Bernardo, entrando la Virgen del Refugio sólo con el seco y tímido redoble de una caja de la banda del Maestro Tejera.


Hoy, casi treinta años después de aquel triste hecho, una placa colocada por la Asociación de Comerciantes de la zona,  en la esquina con la calle San Juan a la que nunca le faltan el frescor de una claveles rojos, colocados por su familia, cada Miércoles Santo y los sones de “Hermanos Costaleros” tras el palio de la Virgen del Refugio, son el recuerdo de un hecho que jamás dejará de estar presente en el corazón de los hermanos de San Bernardo.

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