Urbanizadora Rojas (cuya marca comercial es Grupo Ferro), una de las más veteranas promotoras inmobiliarias de Sevilla y Huelva fundada en 1965 y presidida por Juan Rojas, ha entrado en concurso de acreedores el pasado 9 de marzo tras instarlo ante el juez de lo Mercantil un cliente particular descontento con el estado en que se le entregó una vivienda. El concurso, de carácter forzoso, ha llevado al juez a retirar la potestad de gestión a Rojas y entregar el control a un administrador concursal.
El pasivo total de la empresa, según distintas fuentes conocedoras del proceso, ronda los 100 millones incluyendo deuda con bancos, proveedores y administraciones públicas. La mayoría, unos 80 millones, es deuda financiera con BBVA, Popular, Caixabank y Santander, fundamentalmente.
El citado cliente reclamó a Grupo Ferro la devolución del dinero entregado como entrada para su vivienda, ya que entendía que su estado era ruinoso. La inmobiliaria se negó y este cliente judicializó el litigio, logrando sentencia favorable al reintegro de ese dinero que, con intereses incluidos, ascendía a 250.000 euros. Ferro volvió a negarse y entonces este cliente instó el concurso forzoso de la inmobiliaria, aceptado por el juez de lo Mercantil número 1 de Sevilla.
Reclamaciones
Fuentes cercanas a Juan Rojas señalan que el empresario está tratando de revocar la declaración de concurso, mediante un recurso, pero otras fuentes jurídicas señalan que el juez ni siquiera ha aceptado ese recurso y que el proceso concursal sigue su curso normal. De hecho, están llegando al juzgado numerosas reclamaciones de clientes que dieron entradas para viviendas que, finalmente, Urbanizadora Rojas no ha entregado.
Este grupo ha entregado más de 9.500 viviendas en sus más de 60 años de trayectoria, todas en las provincias de Huelva y Sevilla. Actualmente tiene en comercialización cinco promociones en la comarca del Aljarafe sevillano y en la costa de Huelva.
Especializada en viviendas de protección oficial, Urbanizadora Rojas protagonizó una polémica hace un lustro al no ser capaz de terminar unas VPO en Tomares y, al tiempo, no devolver las cantidades entregadas por sus compradores como anticipo. Juan Rojas acusó a la antigua Cajasol (hoy Caixabank) y algunos de sus directivos de estafa en la concesión de determinados créditos hipotecarios para explicar esas promociones fallidas. Pero los juzgados de Sevilla acabaron archivando su querella.
El "último mohicano" del ladrillo de El Monte
La eclosión de la burbuja inmobiliaria a partir de 2008 supuso la rápida desaparición de las numerosas promotoras inmobiliarias impulsadas por la antigua caja El Monte (luego Cajasol y hoy Caixabank) en la época del boom junto a destacados empresarios del sector. Urbanizadora Rojas, una de las promotoras de cabecera de El Monte y Cajasol en lo que a recepción de financiación se refiere, ha sido la última en caer, pero antes lo hicieron otras tres relevantes.
Se trata de Novaindes, Edificarte y Corporación Alisios. La primera con deudas de 200 millones, la segunda con un pasivo de 162 millones y Alisios, cuya deuda superaba los 100 millones al ir a concurso. Junto a ellas sobresale Azagra, que también fue a concurso, y que junto a Cajasol y Caixa Galicia y las tres citadas, creó la también quebrada inmobiliaria Boreal.
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