Andalucía

Los vecinos de Nervión ya pueden disfrutar de su parque

El parque de La Ranilla, cuyo nombre definitivo decidirán los vecinos, ha abierto este miércoles tras nueve años de esperas, obras, parones y problemas administrativos. Con un presupuesto de 3.600.000 euros y 27.000 metros cuadrados, su diseño evoca a los antiguos pabellones de la prisión provincial

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  • Espadas en La Ranilla -

El retraso perpetuo en el que estaba sumido el parque de La Ranilla ha pasado este miércoles a la historia con la apertura oficial de sus puertas, respondiendo así a una demanda de los vecinos de Nervión que venía desde el año 2008. 

El alcalde de la ciudad, Juan Espadas, acompañado por buena parte de su equipo de gobierno y un nutrido grupo de expectantes parroquianos de la zona, ha sido el encargado de abrir en la mañana de este miércoles las cancelas de esta zona verde de la ciudad enclavada en Nervión y colindante con el distrito Cerro Amate. Junto al director técnico de la obra, Francisco Barrera, el alcalde ha recorrido parte de los 27.000 metros cuadrados de superficie de zona verde de los que consta el parque, detallando los pormenores de un proyecto cargado de simbolismo y que evoca a los antiguos módulos de presos de la prisión provincial de La Ranilla de la que se conserva su pabellón de ingreso y del que queda por definir su uso final, que se baraja que se un centro de interpretación de la memoria histórica. Sorteando alguna que otra crítica vecinal por los retrasos continuos que han sufrido las obras, con nueve largos años de camino entre parones y problemas administrativos, Espadas ha señalado que "se han hecho las cosas bien pero ha sido un largo camino", al tiempo que ha reconocido que la "tortuosa maquinaria administrativa" ha podido terminar con la paciencia de los vecinos en más de una ocasión.

Espadas, que recordó que el proyecto se inició en la época del alcalde Afredo Sánchez Monteseirín (la primera fecha anunciada fue en 2008, pero las obras no empezaron hasta 2010 ya que fueron adjudicadas el 20 de noviembre de 2010 a la empresa Copcisa y se iniciaron en agosto de 2010), señaló que con la apertura del parque se responde "a una demanda vecinal histórica", subrayando que esta zona verde "cualifica la calidad de vida de los vecinos" al estar, además, "compartida con la sede administrativa del distrito y la delegación de seguridad" con la jefatura de la Policía Local, que se encuentran ubicadas en la misma parcela. "Es un parque, pero algo más que un parque que aglutina una zona verde y urbana con un gran recuerdo para la memoria histórica", dijo. 

Precisamente los vecinos serán quien pongan el nombre definitivo al parque. Será a través de un concurso que se realice en los colegios del distrito, de donde saldrá su denominación final, aunque para muchos el parque seguirá siendo siempre el de "la Ranilla". Así lo será para Antonio Solano, vecino de la zona desde niño, que protestó porque "tenía que haberse abierto hace nueve años" y que quiso tener un recuerdo para los presos políticos que estuvieron encerrados en este solar a principios de siglo cuando la prisión provincial estaba en uso.

Con más cemento que zonas verdes para muchos, y algún que otro escalón traicionero, en general, la apertura del parque ha sido muy bien recibida por los lugareños. "Ni me lo creo", señaló Mª Carmen, que indicó que cuando empezaron las obras sus hijas aún eran pequeñas y que ahora vendrá a disfrutarlo con sus nietos. Caso curioso el de Ana Mª, vecina frente por frente del parque desde los cuatro años y cuyo padre fue un antiguo funcionario de prisiones de la cárcel de La Ranilla. "Mi padre tenía montado aquí un huerto que labraba en sus ratos libres", rememoró.

Un largo camino

Una vez adjudicadas las obras el 20 de noviembre de 2010 a la adjudicataria Copcisa y de iniciarse en agosto de 2010 comenzaron los problemas. En diciembre de 2011, con Juan Ignacio Zoido (PP) ya como alcalde, la empresa anunció la paralización de los trabajos por problemas en las certificaciones y el proyecto estuvo paralizado hasta enero de 2015 (el PP desbloqueó el proyecto en noviembre de 2014, en diciembre se lo adjudicó a Dragados y en abril de 2015 volvieron las máquinas). Zoido, por aquel entonces emplazó la apertura del parque a antes de las nuevas elecciones municipales y después a agosto de 2015. 

Con el PSOE ya en el gobierno municipal, el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, indicó que la zona verde estaría lista para finales de noviembre o principios de diciembre de 2015, pero finalmente los vecinos no han podido comenzar a disfrutarla hasta este mes de abril de 2016.

El importe final de las obras, que incluiría los trabajos de Copcisa (antigua adjudicataria cuyos trabajos realizados entre agosto de 2010 y diciembre de 2011 ascendieron a 2.379.804,04 euros) y de Dragados (adjudicataria final que ha manejado un presupuesto de 1.316.068,59 euros), asciende a un importe total de 3.695.872,63 euros (IVA incluido). 

Las superficies

Con una superficie total de 39.000 metros cuadrados (de ellos 27.000 como zona verde, 5.500 metros cuadrados de parcelas residenciales y 6.500 metros cuadrados que corresponden al centro cívico, comisaría y antiguo pabellón de la cárcel), el recinto alberga distintos espacios, con el agua como protagonista -a petición de los vecinos-, que recrean los módulos carcelarios mediante la conservación de parte de la solería o la reproducción de las antiguas celdas con pérgolas. El parque, con 450 metros cuadrados de zonas de juego infantil, ha conservado los antiguos árboles de la prisión y plantado otros nuevos para llegar a los 237 ejemplares de 29 variedades arbóreas.

Para el pabellón de entrada de la cárcel (1.600 metros cuadrados) hay un proyecto ya presupuestado en las cuentas de 2016 con unos 400.000 euros para actuaciones urgentes en las que se incluyen la fijación de las cubiertas y labores de conservación. Lo que quedaría por definir, según explicó Espadas, será su uso final concreto que el Ayuntamiento prevé tratar con la Junta de Andalucía y las organizaciones relacionadas con la memoria histórica para su posible conversión en Centro de la Memoria Histórica.

Además, existen dos parcelas sin edificar colindantes dentro del terreno (de 5.500 metros cuadrados), que pertenecen al Ministerio del Interior y que están calificadas de uso residencial, aunque hay en trámite" una petición aprobada en el Pleno al Estado para que permita su uso provisional como aparcamiento, hasta que se inicien las obras de las viviendas. 

 

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