Un total de 22 personas han muerto en Andalucía en incendios domésticos a lo largo del año 2015, una cifra ligeramente inferior a la del año pasado, cuando murieron un total de 26 personas, según sendos balances elaborados por Europa Press.
La provincia de Sevilla tiene el triste récord de ser la que más fallecidos ha tenido por incendios en viviendas y también ha registrado los más graves. El peor de ellos tuvo lugar en enero en Lora del Río y acabó con la vida de tres personas una madre de 25 años y sus dos hijos mellizos de dos años.
Otra niña, de siete años, falleció junto a su abuela en un incendio en el barrio de Nervión de la capital hispalense a primeros del mes de febrero y apenas diez días después, en Alcalá de Guadaíra, la combustión de un brasero de resistencia acabó con la vida de otro niño, de seis años, en un incendio en el que resultaron heridos sus padres.
En total, en la provincia han perdido la vida once personas como consecuencia de los incendios domésticos, entre ellas un hombre de 51 años, discapacitado que se desplazaba en silla de ruedas y que murió en su casa del barrio de las Tres Mil Viviendas.
En Córdoba se han producido otros cuatro fallecimientos como consecuencia de incendios domésticos. El primero fue en enero y una mujer de 85 años de edad perdió la vida en su casa por el incendio de un brasero de butano localizado en la cocina; mientras que a finales del mes de mayo otro hombre, de 77 años, murió en su casa en la capital cordobesa por un incendio que se originó a causa de un cigarro que se le cayó a la víctima.
En junio, el incendio de una casa de Moriles acabó con la vida de un anciano de 89 años, que había sido trasladado al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla; y a mediados de noviembre falleció una mujer en un siniestro ocurrido en su propia casa en la localidad de Puente Genil.
En Granada han muerto otras dos personas. En septiembre, falleció un hombre en la capital y a finales de noviembre, murió otra mujer en el interior de una vivienda de un complejo para personas mayores en Huétor Vega. También a finales de noviembre murió un hombre, de 38 años, en su vivienda en Fuengirola (Málaga), lo que elevó a dos el número de víctimas mortales en el año en la provincia.
Precisamente los meses más fríos del año son los que más fallecimientos congregan ya que, en muchas ocasiones, los métodos para combatir las bajas temperaturas acaban en tragedia.
El trágico balance de víctimas mortales se completa con otras tres personas fallecidas en Cádiz, Huelva y Jaén también en el primer semestre del año.
FORMACIÓN Y CONCIENCIACIÓN
Este año, la Fundación Mapfre ha hecho llegar un llamamiento a la sociedad para prevenir este tipo de incendios que a veces se tornan mortales. Su llamamiento se dirige principalmente al segmento con mayor riesgo y que más víctimas registra, el de mayores de 65 años.
Así, recuerda la importancia de que los ciudadanos conozcan las pautas necesarias en caso de emergencia y que instalen detectores de incendios en sus casas, el sistema más efectivo y económico para sobrevivir en caso de fuego por la noche y mientras se duerme.
Mapfre ha apuntado a que la mayoría de las víctimas que se producen por incendios en España son personas mayores, en su mayoría hombres, que fallecen como consecuencia de un incendio o una explosión en la vivienda debido a un descuido con el radiador, la chimenea y el brasero, así como por el hábito de fumar o por incidentes eléctricos.