Suizo de nacimiento y malagueño de corazón. Teodoro Reding (1755-1809) llegó a Málaga en 1802 y en poco tiempo se jugó la vida por salvar la de cientos de enfermos que sucumbieron a una epidemia de fiebre amarilla. Se ganó el cariño de esta tierra y estas acciones humanitarias llevaron a las autoridades a nombrarlo gobernador de Málaga.
En sus dos años de mandato transformó la ciudad en materia social y urbanística, especialmente. Entre otros asuntos, se preocupó por intentar paliar los desbordamientos del río Guadalmedina y los daños que causaban a los populares barrios de La Trinidad y El Perchel; trabajó por la seguridad de algunos edificios en estado ruinoso; luchó por el mantenimiento del Acueducto de San Telmo, el empedrado de las calles y la instalación de alumbrado público. En el campo del urbanismo destaca el embellecimiento del paseo de la Alameda y la proyección de las actuales Acera y Plaza de la Marina.
El antiguo gobernador de Málaga venció a Napoleón en la histórica batalla de Bailén y falleció poco después, en 1809, visitando enfermos de tifus en Tarragona.
Muchas heroicidades y sólo queda constancia de Teodoro Reding en el famoso paseo y la fuente que lleva su nombre. Por ello, la Asociación Histórico-Cultural Teodoro Reding de Málaga quiere mostrar su agradecimiento a este benefactor de nuestra tierra con un monumento que honre sus hazañas.
La escultura, que se realizará en bronce y tendrá dos metros de altura, cuesta unos 30.000 euros más IVA, una cantidad que ha llevado a los miembros de este colectivo a poner en marcha una campaña en la calle aprovechando las Navidades.
Con el lema Convierte el cobre de tu céntimo en el bronce de este monumento, la asociación Teodoro Reding, recoge monedas de uno, dos y cinco céntimos para sufragar el coste de la estatua, que en palabras de Elena Pérez, uno de los miembros de la asociación, podría ubicarse en la plaza de la Aduana o en otra que se construirá tras finalizar las obras del metro en el entorno del puente de Tetuán.
El objetivo es recaudar esta cantidad antes del mes de noviembre de 2016, fecha fijada por la Embajada de Suiza en España como condición para recibir una subvención de 5.000 euros, explicó Pérez.
Su periplo por las principales vías del centro histórico les llevará el a pedir a los viandantes estas monedas que “no sirven para muchos” a la plaza de Félix Sáenz, el 2 de enero, de 11 1 13 y de 18 a 20 horas, mientras que los días 3 y 4 estarán en la calle Larios, en el mismo horario.
Respecto a esta particular experiencia, Elena Pérez comentó que está siendo muy “satisfactoria”. “Hay personas que nos traen bolsas llenas de céntimos, también en blister . La acogida está siendo buena”, destacó aunque como en todo en la vida también hay personas que “no nos hacen caso”.
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