Las aguas aparentaron calmarse este martes en el seno del PSOE tras el convulso Comité Federal del lunes, aunque sólo en apariencia. La tormenta de la fractura interna escenificada desde el 20D, y agudizada en el cónclave de hace dos días, deja planeando sobre la sede de Ferraz una evidencia: a nadie parece quedarle duda ya de que, siempre en la medida de sus calculadas posibilidades, Susana Díaz está dispuesta a plantar batalla hasta el límite que la estrategia le permita. El objetivo sigue siendo intentar desalojar de la Secretaría General a Pedro Sánchez.
El secretario de Organización del partido, César Luena, reiteró el mensaje: no hay fecha para el congreso ordinario que debería celebrarse en febrero, como insiste la presidenta andaluza. Eso es lo que se oye con los micrófonos abiertos, pero con las puertas cerradas y en privado afloran otros mensajes. Un colaborador cercano de Sánchez confirmaba a este medio que el líder socialista está ya preparado para el más que probable envite que pueda llegar desde la federación andaluza. La línea roja del referéndum catalán, insisten esos mismos interlocutores, era una cortina de humo esgrimida por los partidarios de Díaz porque la gran batalla es la de la fecha del congreso y, por ende, si hay relevo o no del capitán de la nave.
Díaz insiste en febrero, marzo como muy tarde, y su líder apunta a primavera, una vez resuelto el enigma de si logra gobernar o, por el contrario, el país está abocado a nuevas elecciones. La presidenta andaluza prefiere que la cita sea cuanto antes porque eso le permitiría llegar a la nueva fecha electoral con un congreso ya celebrado y, si juega bien sus cartas, el secretario general sustituido por ella o por alguien afín. A esa premura es a la que Luena, por orden de Sánchez, cerró este martes de nuevo la puerta.
Las mismas fuentes apuntan que desde el PSOE-A se alienta, aunque de momento no en público, la recogida de firmas que permita convocar ya otro Comité Federal, en la primera quincena de enero, que ponga fecha definitiva al congreso. Ferraz trabaja para desbaratarlo y cree que juega a su favor con un Sánchez algo reforzado desde el lunes. “Él cree que se está ganando a la militancia”, aseguran.
En el partido se da también por hecho que, en caso de postularse, Díaz procurará que decidan los delegados y federaciones, pero nunca unas primarias porque ahí la moneda al aire puede salirle cruz. Por encima de todo, no le interesa que Sánchez avance hacia la Moncloa, y por eso le recomienda la oposición y otras elecciones. Su portavoz en la Junta, Miguel Ángel Vázquez, proclamó tras el Consejo de Gobierno que cada martes que quien debe formar Gobierno es Rajoy. Sintomático.