Pues sí, en estas fechas tan señaladas en las que el turrón nos sale por las orejas y el jamón deja de ser un alimento gourmet, me asalta de nuevo a la cabeza la idea de establecer una fecha fija para nuestro carnaval.
Es de sobra conocido que durante las 'vacaciones de navidad' los ensayos merman su calidad, siendo contraproducente para todos los grupos, ya que es en esta fecha cuando más necesario son estos ensayos, quedando menos de un mes para el estreno. Y, obviamente, ni pensemos en hablar de conciliación familia/carnaval, porque eso es 'chino' para muchos y a otros no les interesa.
Ya sabemos que el carnaval sigue el calendario religioso y todo lo que eso conlleva...pero ¿eso es lo que queremos?
Volvemos a encontrarnos con la traba de la tradición y del 'to la vía ha sío así' y claro, no se avanza.
El sentido primigenio del carnaval ya no tiene mucho sentido y si queremos que el COAC, por ejemplo, mejore su calidad, deberíamos cambiar el chip, al menos eso pienso yo.
Los beneficios de establecer un calendario fijo para celebrar el Carnaval, son múltiples y no es nada nuevo porque ya se hace en otras localidades y no hay ningún problema.
Si el Carnaval tuviera su fecha concreta cada año, se beneficiarían las agrupaciones, sobre todo del COAC, por ejemplo, porque podría ser más largo, reduciendo la extensión de las sesiones, podrían establecerse más días de descanso, colocar los infantiles y los juveniles en horarios y días más adecuados, etc.
Se beneficiaría las entidades organizadoras, simplemente por cuestión de calendario, al evitar coincidencias con otros actos o celebraciones. Habría beneficios para el turismo, para los comercios, para los compañeros y compañeras de los medios de comunicación.
En definitiva, una medida que, a mi juicio, no le vendría mal a nadie y que, no sé porqué nadie ha planteado 'de verdad' hasta el momento.
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