Es uno de los productos estrella de esta temporada. Su consumo en estas fechas llega a su punto más álgido. No se puede hablar de Navidad, en clave empresarial, sin nombrar a los mantecados. Y no cualquier mantecado, sino el de Estepa, una población sevillana que acoge una industria histórica. Cuenta con una facturación anual global que alcanza los 70 millones de euros y representa el 95% de la elaboración en España.
La campaña del mantecado comienza a finales del mes de agosto y está a punto de finalizar. En total, en Estepa se producen 20.000 toneladas al año y existen unas 22 empresas familiares, ya consolidadas, dirigidas ya muchas de ellas por la cuarta generación.
Este ejercicio, tras unos años de contención, el sector prevé al cierre de esta campaña un incremento del 5% en las ventas.
El empleo generado, es en palabras del presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, el “verdadero prodigio estepeño”, dado que el sector genera trabajo directo para unas 2.000 personas, de las que el 85% son mujeres. De septiembre a enero, en Estepa se roza el pleno empleo.
Guía gastronómica
Esta industria está cobrando cada vez mayor interés no sólo económico, sino turístico. Es por ello que se ha publicado recientemente la Guía Gastronómica de los Mantecados y Polvorones de Estepa, con la que la Diputación pretende “seguir contribuyendo a esta industria y aumentar las ventas de cara a la Navidad”.
La publicación ilustra acerca de la historia de estos dulces navideños y de su industria; así como sobre la importancia de este sector en la economía y en la vida de los estepeños. Tras una introducción, dedica un capítulo a describir las distintas variedades de mantecados amparados por el Consejo Regulador; entre ellas el polvorón, el mantecado de aceite, el mantecado casero, mantecado de coco, de cacao, de vainilla, de almendra, de limón y de avellana.
A partir de ahí, se ofrece información detallada sobre las 19 empresas estepeñas que forman parte del registro del Consejo Regulador.
Mercados muy inestables
La bolsa española ha finalizado una semana navideña no apta para infartos. Los mercados nacionales, han mostrado un excesivo miedo después de conocer los resultados de las pasadas elecciones generales en nuestro país, en donde se vislumbran en el corto plazo demasiadas incertidumbres para crear un gobierno que proporcione estabilidad.
Uno de los motivos que puede aportar cierta tranquilidad en los inversores internacionales es saber que los presupuestos españoles están aprobados para el ejercicio 2016, lo que permitirá que la administración española no se encuentre bloqueada en los próximos meses.
El Íbex 35, el principal selectivo nacional, ha soportado la presión vendedora de los últimos días y ha soportado el nivel de los 9.500 puntos, un límite psicológico para inversores que lo consideran una barrera importante.
Los mercados internacionales han tenido un comportamiento desigual, si bien la evolución a la baja del precio del crudo perjudica.
