Andalucía se convirtió este jueves en la primera comunidad autónoma con Presupuestos aprobados para el ejercicio de 2016. Las cuentas públicas recibieron el visto bueno del Parlamento a las 14:40, sólo unas horas antes de que se diese el pistoletazo de salida a la campaña electoral y tras una votación que cumplió al milímetro el guión previsto: el proyecto contó con los votos favorables del partido que sustenta al Gobierno, el PSOE, y del que lo apoya desde su composición, Ciudadanos. Las más de 700 enmiendas presentadas por PP, Podemos e IU también cayeron, una tras otra, y sólo salieron adelante las de socialistas y C’s.
Hasta ahí ninguna novedad porque el respaldo estaba masticado desde hace más de un mes. Eso sí, el resto estuvo -y lo seguirá estando durante semanas- impregnado por una inesperada tormenta política. La polémica la provocaron, de forma inconsciente, tres diputados de Ciudadanos, incluso su líder Juan Marín, que se equivocaron en la noche del miércoles votando en contra de uno de los dictámenes de las secciones del Presupuesto, en concreto la que detalla la partida de la Consejería de Presidencia y Administración Local. PP, IU y Podemos se percataron de la grieta por la que podía derrumbarse por sorpresa el proyecto y alertaron al momento, con el Reglamento de la Cámara en la mano, de que el grave error cometido por C’s podía ser motivo de devolución al Consejo de Gobierno del articulado.
No y no. Fue la respuesta la misma noche del miércoles y la que dedicó durante toda la sesión matutina del jueves desde la tribuna el presidente del Parlamento, el socialista Juan Pablo Durán. Su interpretación particular de la norma fue a la que se aferró una y otra vez ante el carrusel de quejas y reproches de los representantes de la oposición (exceptuados los de C’s, obviamente) cada vez que se subían al atril. La contestación fue siempre un calco: la sección rechazada será tramitada tal y como salió del Consejo de Gobierno, y tema zanjado. Tampoco se dio validez a las peticiones incesantes para que se convocase una Mesa del Parlamento extraordinaria, ni al último intento casi a la desesperada del coordinador de IU, Antonio Maíllo, de que la votación se detuviese para consultar al letrado mayor. Negativa tras negativa. Lo más que lograron las tres fuerzas fue exigir un informe jurídico sobre el caso.
Durán se amparó en que el inesperado escenario creado por los diputados de C’s no generaba “inseguridad jurídica” alguna, argumento que las tres fuerzas que estaban a punto de negar su apoyo al texto enarbolaban. El guión estaba escrito y no iba a cambiarse ni una coma: el PSOE hizo valer sus 47 votos, los sumó a los 9 del grupo de Marín y el Presupuesto fue avalado, con las 12 enmiendas del PSOE, ocho de las nueve de C’s y ninguna de las casi 800 restantes. Con polémica, pero hay cuentas. Levantada la sesión, los Presupuestos de los 31.285 millones de euros van camino del BOJA. Para el PSOE son los del “blindaje” de los servicios públicos, la inversión y la rebaja del IRPF. C’s, consciente de su error , afeó al resto de la oposición que se agarre a ese clavo ardiendo para intentar tumbar la totalidad del proyecto, y achacó a “fallos del sistema” informático el cambio en el sentido del voto. IU, Podemos y PP se aferran a “la sospecha” y quizás hayan encontrado, por casualidad, munición electoral.
Susana Díaz pasa la pelota a Pedro Sánchez
Susana Díaz puede presumir ya de ser la primera jefa de Ejecutivo regional con Presupuestos, máxime cuando en otras comunidades se están atragantando. Lo ha hecho de la mano de C’s, el partido al que su jefe de filas, Pedro Sánchez, no deja de atacar porque intuye que le resta votos. Puede que en unas semanas él también necesite pactar con Rivera.