Cerqueros de Huelva empiezan una veda de 60 días para regenerar el caladero

No recibirán subvención alguna por ella, por lo que los marineros estarán dos meses en el paro. Igualmente afecta a la flota de Cádiz

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  • Embarcaciones de cerco en Isla -

Alrededor de 80 barcos de cerco que faenan en aguas del Golfo de Cádiz, con base en puertos de Huelva y Cádiz, han empezado una veda de 60 días de duración para dar descanso al caladero y propiciar la regeneración de distintas especies como la sardina o el boquerón.

La veda obedece al acuerdo alcanzando entre el sector y el Gobierno central, y, como ha ocurrido en años anteriores, se llevará a cabo sin contar con subvención alguna, por lo que unos mil marineros se irán al desempleo durante dos meses, han informado a Efe desde el sector.

Las embarcaciones que se dedican a esta modalidad en el Golfo de Cádiz están localizadas en los puertos onubenses de Punta Umbría e Isla Cristina y en los gaditanos de Barbate y Sanlúcar de Barrameda, y sus capturas principales son la sardina y el boquerón.

Esta parada es de obligado cumplimiento para que pueda seguir adelante la regeneración del caladero, garantizando la actividad en el futuro desde un punto de vista sostenible.

La parada pone fin a una temporada de pesca cuanto menos polémica por los repartos de cuota de las que son sus principales especies que en nada han satisfecho a la flota, sobre todo el boquerón, que ha tenido que ser objeto de varios intercambios con Portugal para hacer posible mantener las capturas hasta finales de noviembre.

El más afectado por lo que consideran una cuota "escasa" de la especie (en total el Golfo de Cádiz ha contado con unas 10.000 toneladas) fue el puerto de Punta Umbría, que incluso hasta en dos ocasiones vio como el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente decretaba el cierre de la pesquería por haber consumido ya las toneladas correspondientes a este año.

Los problemas con la sardina vinieron en primer lugar por el retraso en conocer la cuota de la que disponían, marzo; posteriormente por su escasez unas 3.600 toneladas frente a las más de 5.000 del Cantábrico; y por último, los desacuerdos entre los propios puertos del Golfo de Cádiz para repartirse esa cuota, algo que finalmente llegó a consensuarse mediante criterios lineales e históricos.

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