La diócesis de Guadix celebra el sábado 28 de noviembre un retiro de oración al que están invitados todos: sacerdotes, religiosos y seglares. Tendrá lugar en el Centro Diocesano de Espiritualidad, a partir de las 10, 30 de la mañana, y terminará con la comida, que será compartida, con los bocatas y alimentos que lleve cada uno. Presidirá el retiro el obispo de Guadix, Mons. Ginés García.
El retiro está convocado justo en el inicio del tiempo de Adviento, para que sirva de preparación para este tiempo tan especial en la iglesia y, sobre todo, de disposición para celebrar la Navidad. Pero también es un retiro que vendrá marcado por la próxima celebración del Año de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco y que dará comienzo en la Iglesia el próximo 8 de diciembre, y en la Diócesis de Guadix el domingo 13 del mismo mes.
Será precisamente el Obispo quien tenga la primera sesión de reflexión en el retiro. Mons. Ginés García hablará de lo que supone el Adviento en la Iglesia, como tiempo de preparación y especialmente de esperanza. Pero el Obispo hablará sobre todo del Año de la Misericordia, que promete ser un año jubilar muy intenso en la Iglesia. También en la Diócesis de Guadix se están programando actos para dar contenido a este Jubileo de la Misericordia. El primero de esos actos será la apertura de la Puerta Santa, que estará en la catedral y que tendrá lugar el domingo 13 de diciembre, por la mañana, en una gran celebración diocesana.
El Año de la Misericordia será una oportunidad para celebrar la fe y el amor que recibimos de Dios, pero sobre todo será una invitación a vivir con intensidad las obras de misericordia, especialmente hacia los más necesitados.
Este retiro es la primera vez que se plantea tan abierto, en el que van a participar no solo los sacerdotes y religiosos sino, también, los seglares. Ya son muchas las parroquias que han confirmado que van a asistir, con feligreses, para vivir una jornada intensa de oración compartida.
Terminará el retiro con una comida compartida, con los bocatas y viandas que lleve cada uno. En el Centro Diocesano de Espiritualidad se repartirá un caldo para que entren mejor los bocatas. Será, sin duda, un momento de convivencia, después de una mañana intensa alimentado el espíritu.
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