Mariano Rajoy aprovechó su tercera visita a Tomares en apenas unos años para adelantar el que será uno de los ejes vertebradores de la campaña que está a punto de arrancar: si revalida mandato en La Moncloa pondrá los mimbres para crear hasta 2 millones de empleos a lo largo de la legislatura e incentivará la economía con nuevas rebajas de impuestos.
El escenario, uno de los feudos tradicionales del PP a base de revalidar mayorías absolutas, no era casual. Quizás tampoco que eligiera Andalucía, la región con mayor índice de desempleo de España y a la cabeza de la UE, para lanzar el reto. Arropado por la cúpula de su partido en Sevilla y Andalucía, el jefe del Ejecutivo aprovechó la visita, a las puertas de la batalla decisiva por el voto que se desatará el día 4, para renovar su “compromiso” con Andalucía y recordar que su Gobierno ha obrado el milagro, en sólo cuatro años, de pasar del “rescate y la prima de riesgo” desbordada a ser “España hoy el país que más crece de toda Europa”. El “enfermo” ya rehabilitado, advirtió, no puede exponerse de nuevo a las recetas socialistas “que provocaron la mayor crisis en este país en décadas”.
Los ataques a la yugular de la Junta los había protagonizado minutos antes el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, que en tono irónico se preguntó si el modelo de gestión de Susana Díaz que el secretario de los socialistas, Pedro Sánchez, dice querer exportar al resto de España es “el de la menor inversión por habitante en educación o sanidad, o el de las facturas escondidas en cajones”.
Rajoy no caminó por esa senda y prefirió destacar el respaldo a la región en forma de 28.000 millones o la Ley de Pago a Proveedores. “Seguiremos apostando por Andalucía”, vaticinó.
En el discurso nacional, varias advertencias. La primera a los partidos emergentes, aunque sin nombrarlos, porque cree que el PP aporta “experiencia de gestión” frente a los “experimentos” de quienes no aportan currículum alguno y pretenden “llegar al Gobierno para aprender”. A los secesionistas catalanes, reiteración: se aplicará la ley, “aunque preferiría no hacerlo”. Y sobre la lucha antiterrorista, el compromiso de que cualquier decisión de calado en la lucha contra el yihadismo se someterá al debate del Congreso de los Diputados.
La réplica de Díaz
El PSOE pogramó a su secretaria general, Susana Díaz, un acto público sólo unas horas después de que Rajoy pasara por la capital y por Tomares. Ante los suyos, en una cita que reunió a dirigentes y candidatos socialistas por la provincia, Díaz acusó al presidente del Gobierno de esquivar “los problemas reales” que afectan a los españoles, y citó casos concretos como la sanidad, la dependencia o el resto de pilares del Estado del Bienestar, derechos que “se ha llevado por delante”.
En el listado de críticas al que será gran contrincante de Pedro Sánchez en la lucha por la presidencia del Gobierno, la líder socialista incluyó que Rajoy haya puesto tantas trabas para participar en debates electorales, “ocultándose” tras pantallas de plasma o incluso tras su vicepresidenta primera, Soraya Sáenz de Santamaría, que será quien le represente en el debate a cuatro en una televisión nacional. Luego se conocería que Rajoy sí debatirá con Sánchez el 14 de diciembre en un cara a cara.
Para frenar al PP, la presidenta insistió en que pondrá en manos de su secretario general a todo el aparato del PSOE andaluz porque está convencida de que los socialistas se apuntarán la victoria en la región.