Hoy se cumplen 20 años de la salvaje muerte de Juan Holgado en la gasolinera de la avenida Martín Ferrador en la que trabajaba. Dos décadas de uno de los crímenes más sangrientos y sin resolver que se recuerdan en Jerez. Hoy por fin después de muchas sombras la familia encuentra algo de luz en el túnel en el que entró aquella fatídica madrugada del 22 de noviembre de 1995. Las nuevas pruebas de ADN encargadas por el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Jerez hace un mes se han saldado por el momento con la identificación de uno de los presuntos autores materiales de la muerte del joven a raíz de las diligencias solicitadas a la Guardia Civil para analizar, entre otras huellas -hay 12 sin identificar- la muestras de sangre halladas en un tetra brick de zumo en la gasolinera.
Canal Sur adelantaba ayer el giro en la investigación, pero ya el viernes en el último homenaje a Juan, en el que su madre estuvo más arropada "que en todos estos años", se intuía que había novedades. Antonia Castro se mostraba “con más fuerzas que nunca” pero también cauta para no interferir en el trabajo del juzgado. Ayer, el abogado del Padre Coraje, José Miguel Ayllón, lo confirmaba a este periódico: “han encontrado a un autor, un vecino de La Constancia ya fallecido y hay una probabilidad altísima, casi de 100%, de que sea él. No es una persona que entró a comprar un producto en la gasolinera”, manifiesta, para referirse a los resultados de las muestras de ADN analizados a raíz de estas manchas de sangre.
Se trataría de un vecino de La Constancia fallecido hace nueve años, “un presunto autor que ya nunca vamos a poder juzgar” y que “con seguridad era uno de ellos porque sabemos perfectamente que fueron varios”, lamenta, apuntando también que este individuo tendría antecedentes. Esta posible autoría no sería el único hallazgo, y Ayllón es optimista y confía en que “muy pronto sabremos nuevas cosas”. Lo que este letrado no entiende es que esta huella (por las manchas de sangre) “haya estado en el sumario desde el principio” y la Policía Científica “nos haya mareado; no se nos ha dicho la verdad”, ante la “gran responsabilidad” que entiende que debe acompañar a una investigación criminal de este calibre y en la que considera que la Policía Nacional no ha estado a la altura. Ayllón lamenta además el coste “moral” y “criminal” que supone todo esto para la familia, que ahora por fin “parece que sabe algo de la verdad, de la justicia que pedía”.
Por ello, advierte que en este caso, al margen de que este domingo se cumplan los 20 años preceptivos que fija el Código Penal, esto “no tiene por qué” afectar a la investigación que mantiene abierta el juzgado por lo que “no se puede entender que prescribe”. Este giro llega solo un mes después de que el juez del Juzgado de Instrucción número 1 ordenara nuevas diligencias coincidiendo con la reunión que el Padre Coraje tuvo en Madrid con el ministro de Justicia, Rafael Catalá, tras culminar una marcha a pie de 600 kilómetros desde Jerez. En ese encuentro le trasladó la urgencia de volver a analizar las pruebas existentes y lograr un indicio firme que pudiera frenar la prescripción. Su marcha parece que no ha sido en vano.
Catalá, en la reunión que mantuvo con Francisco Holgado y su abogado, se comprometió a hacer “todo lo que estuviera en su mano” para evitar la prescripción, siempre teniendo en cuenta que el titular de Justicia no puede interferir en la independencia de las decisiones judiciales. Fruto del compromiso de Catalá, el pasado 20 de octubre, el juez del citado juzgado ordenó recabar pruebas periciales y volver a analizar las que ya se recogieron en la escena del crimen el 22 de noviembre de 1995, con el objetivo de resolver finalmente el mediático caso del asesinato de Juan Holgado.
La madre de Juan Holgado, Antonia Castro, no se ha quitado el luto desde que aquella fatídica madrugada del 22 de noviembre unos desalmados le arrebataran a su hijo de la forma más cruel que una madre puede conocer, asestándole 33 puñaladas. Desde entonces se levanta y se acuesta con el único propósito de que se haga justicia
Un proceso tortuoso
Preguntado por la identificación de uno de los presuntos autores de la muerte de su hijo, el Padre Coraje admitía ayer su “frustración”. Su sensación era agridulce. “Puede que por fin estemos en el camino, pero ha habido tiempo para investigar esas huellas y juzgar a esa persona”, se lamentaba. Y es que el proceso que ha seguido este caso ha sido largo y tortuoso.
Para Ayllón, “ ha sido una cadena de errores. Desde que se dejó entrar a la prensa en la escena del crimen, hasta que se permitió limpiar la sangre justo al día siguiente. Ahí se perdió una gran posibilidad de encontrar pruebas suficientes”. Los errores a los que apunta este letrado y la falta de recursos con los que contaba la policía hace 20 años ha hecho que el proceso se dilate. Lo tiene claro “Jerez sigue como estaba. Si volviera a ocurrir algo como lo que le pasó a Juan, sigue sin haber brigada de homicidios. A la policía de entonces le venía grande este caso, y le sigue viniendo grande”.
A principios de 1996 comenzaron a producirse las detenciones a la luz de unos testimonios “poco sólidos” y de las pocas pruebas que pudieron encontrarse. Fueron cuatro los detenidos, que tras un primer juicio, fueron absueltos al demostrar la defensa la inocencia de los primeros sospechosos. Tras el recurso de casación interpuesto por la familia Holgado, se reabrió el caso y se volvió a sentar en el banquillo a los mismo cuatro acusados, que fueron nuevamente absueltos. El caso de Juan Holgado adquirió relevancia mediático a partir de la investigación paralela que inició el Padre Coraje infiltrándose en el submundo de la droga de Jerez para intentar recabar testimonios que apuntaran a la autoría del crimen.
Esas pruebas fueron desestimadas por no acogerse en forma al procedimiento judicial para ser obtenidas. Pero quedaron más: Ayllón habla de que se encontraron doce huellas dactilares. Esas que ahora sí se están analizando y ya empiezan a dar sus frutos, lo mismo que el ADN encontrado en la escena del crimen, el que no correspondía a la víctima, fue enviado al Instituto de Toxicología de Sevilla.”Hace 20 años la tecnología solo permitía encontrar cuatro o cinco alelos en el ADN. Hoy se encuentra hasta 90. Y entonces tampoco podía saberse por el ADN si se trataba de un hombre o una mujer. Hoy sí. Pedimos que se vuelvan a analizar las pruebas con la tecnología existente y cotejándola con las bases de datos que hoy existen, más actualizadas y fiables que entonces”, señala. Son esas las pruebas que ahora, bajo los avances de las técnicas forenses y de laboratorio, pueden constituir la pieza clave que ponga punto y final a uno de los casos más estremecedores que ha vivido Jerez en los últimos años.
“Jerez está como estaba: sin brigada de homicidios”
El asesinato de Juan Holgado puso en evidencia la falta de experiencia de las dotaciones policiales de Jerez de la Frontera. Según el abogado de la familia Holgado y presidente de la Asociación Nacional de Víctimas de Delitos Violentos, José Miguel Ayllón, a los agentes “les venía grande [el asesinato de Juan] y les sigue viniendo grande. Si hoy pasa algo en Jerez, las comisarías siguen sin estar bien dotadas: aquí no hay brigada de homicidios… Jerez está como estaba hace veinte años”.
Ayllón asegura que “aunque la policía no sea especialista [en homicidios], podría hacer las cosas bien. Con Juan se perdió un tiempo precioso para encontrar pruebas suficientes para incriminar a los culpables si se hubiera tratado bien el asesinato. Se permitió a la prensa y a los bomberos entrar y se destruyeron pruebas”.
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