La Ley de Prevención de Riesgos Laborales celebró este domingo su 20 aniversario en un escenario bien distinto al que la vio nacer, con una estructura productiva en la que ha ganado peso el sector servicios, en detrimento del sector primario, industrial y de la construcción.
UGT ha hecho un balance de esos 20 años en un informe en el que concluye que esta Ley ha conllevado cambios "positivos" en la gestión de los riesgos laborales y culturales, tanto en los agentes implicados como entre la sociedad general.
A partir de la promulgación de esta norma, se pasó de un enfoque reactivo (reparar el daño una vez producido) a otro preventivo cuyo objetivo es conseguir el bienestar integral del trabajador, contemplándose no sólo los riesgos físicos, sino también los "mentales".
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales es fruto de la transposición de una directiva comunitaria al ordenamiento jurídico español. Tras la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986, se cuestionó la Ordenanza de Seguridad e Higiene en el Trabajo vigente desde 1971, que tenía un perfil garantista, de atención al accidentado y reparación del año.
La necesidad de adaptarse al marco comunitario y la reivindicaciones de la sociedad en esta materio llevó a la transposición de la directiva sobre riesgos laborales, aunque con seis años de retraso. Finalmente, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales vio la luz el 8 de noviembre de 1995.
371 FALLECIDOS ENTRE ENERO Y AGOSTO
Durante estos 20 años, la siniestralidad laboral ha experimentado variaciones dispares, con un aumento del 25% entre 1995 y 2000, para después descender hasta el año 2012. A partir de ahí, los accidentes laborales vuelven a crecer, según UGT.
"Las actuales tasas de paro, el aumento de la población ocupada, los incrementos de la contratación a tiempo parcial, junto con la inestabilidad laboral y la inseguridad, están produciendo que los avances que se habían conseguido en esta materia se estén tambaleando", denuncia el sindicato.
De hecho, los últimos datos de siniestralidad laboral publicados por el Ministerio de Empleo, correspondientes al periodo enero-agosto de este año, reflejan un aumento de los accidentes mortales del 3% respecto al mismo periodo de 2014, con 371 fallecidos.
Entre enero y agosto se contabilizaron 311.977 accidentes laborales con baja, lo que supone un aumento del 4,4% respecto al número de siniestros registrado hasta agosto de 2014, cuando se produjeron 298.896 accidentes.
NUEVOS RIESGOS
Aunque ahora hay menos trabajadores expuestos a los riesgos tradicionales, han surgido nuevos riesgos derivados de las nuevas formas de organizar el trabajo: subcontratas, externalización, incremento del autoempleo, mayor precariedad laboral, nuevas tecnologías y un mayor número de pymes, donde se producen más accidentes, son algunos de los factores que han modificado el escenario en el que se mueve la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
A ello hay que sumar, denuncia UGT, el impacto que ha tenido la crisis económica en la prevención de riesgos laborales, pues ésta se ha empezado a percibir de nuevo como un coste en lugar de como una inversión.
Pese a los logros obtenidos desde la aprobación de esta ley, el sindicato apuesta por tomar nuevas medidas que permitan mejorar la salud de los trabajadores. Así, aunque se ha avanzado en el reconomiento de las enfermedades profesionales, UGT advierte de que se está retrocediendo a niveles de 1999 y que es "apremiante" hacer aflorar las enfermedades laborales ocultas.
También apuesta por abordar los riesgos emergentes y psicosociales; hacer públicas las sanciones en esta materia por infracciones muy graves (no se está llevando a la práctica pese estar regulado desde 2007); incrementar las actuaciones de la Inspección de Trabajo; sensibilizar a la población desde la educación primaria de la importancia de la salud laboral, y lograr una mayor coordinación entre las diferentes administraciones en la lucha contra la siniestralidad en el trabajo.
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