Hemos leído con atención y sobre todo con muchísimo respeto como siempre hacemos, el artículo de opinión del Sr. Bueno, cargo de confianza de IU en el Gobierno tripartito, que titula “Devolver la política a la gente”.
Por más que lo leemos, no termina de conceptuar un término político que la “nueva Izquierda” ha incardinado en su discurso político, que ha hecho suyo y que denominan genéricamente “Gente”.
Lo más sensato, cuando se desconoce el significado de un término, es acudir al diccionario y en este, encontramos dos definiciones actuales, pluralidad de personas y cada una de las clases que pueden distinguirse en la sociedad, y una reseña que el diccionario cataloga como en desuso que es, pueblo. En nuestra ciudad, tanto Levantemos como IU, y porque no lo miren mal sus socios de gobierno, el PSOE, usan esta expresión reiteradamente.
Pero ¿Que es la Gente para el Tripartito? ¿Acaso sea un término para definir a ciertos sectores sociales de nuestra ciudad, o tal vez pudiera ser una expresión que usan solo para dirigirse a los portuenses que, con sus votos, le dieron un gobierno legítimo?.
En uno u otro caso, según nuestra opinión, es una locución excluyente. Quizás sea más integrador usar el plural de nuestro orgulloso gentilicio, portuenses, que nos incluye a todos los que residimos en esta ciudad sin distinción de ideología, clase social o calle en la que vivamos. La otra pata del artículo del Sr. Bueno, es la devolver la política a la gente.
Posiblemente el Sr. Bueno haya leído en demasía la Republica de Platón, la Utopía religiosa de Agustín de Hipona o el tratado por excelencia sobre la utopía de Tomas Moro. Ser un idealista es un noble objetivo, pero poco práctico bajo el sistema democrático por el que nos regimos que no es otro que el de democracia representativa.
Con nuestro voto, cada vez que se convocan elecciones, delegamos nuestra confianza en aquella opción política que creemos que mas acertadamente va a representar nuestros intereses individuales y colectivos en las distintas instancia de Gobierno y son nuestros representantes, los que gobiernan y toman decisiones por nosotros.
Que todos los portuenses deben ser escuchados en sus vindicaciones y anhelos, por supuesto, y en la medida de las posibilidades técnicas, económicas o legales de las que se dispongan, proporcionarles soluciones reales a sus problemas.
Para eso tienen ustedes encomendada la responsabilidad de dirigirnos. Sentimos no estar de acuerdo en su planteamiento asambleario por el cual quiere establecer una democracia radical de participación ciudadana mediante la cual, nuestros gobernantes se minimizarían a ser meros ejecutores de lo que se decida en una asamblea o en una consulta popular. Idealista y utópico, sin duda, pero irrealizable por una sencilla razón.
La inmensa mayoría de portuenses, entre los cuales nos incluimos, no poseen los conocimientos técnicos, económicos y legales, e incluso le diría más, tiempo e interés suficientes para tomar decisiones que no nos corresponden. En menos de cuatro años, se celebrará la asamblea más importante.
En ella se resolverá si su mandato corporativo fue adecuado o no. Mientras tanto, no eludan más su responsabilidad bajo el paraguas de sueños e ideales quiméricos y gobiernen para todos los portuenses, no solo para la “Gente”.
