En el acto de entrega de las primeras 26 viviendas, el gerente de EPSA explicó que “la promoción iba dirigida a personas que cumplieran con tres requisitos: tener unos ingresos familiares por debajo de 18.000 euros, no tener una vivienda en propiedad y estar empadronados en Puente Genil”. Barbudo también señaló que ha habido cuatro personas que han renunciado voluntariamente, y después ha habido otras cinco que están negociando con el banco el tema de los avalistas y por tanto no estaban en disposición de que se pudiera firmar hoy la subrogación del préstamo”.
Por su parte, el alcalde de Puente Genil, Manuel Baena, destacó la gran alegría que supone la entrega de estas viviendas ya que “hacía falta en nuestra localidad un producto de estas características para atender el acceso a la vivienda de un importante sector de la población que difícilmente llega a la VPO normal”. Por otra parte, el regidor recordó que “esta promoción nació rodeada de gran polémica con una asamblea celebrada en 2004 en el patio del Colegio Santiago Ramón y Cajal a la que asistieron entre 500 y 600 vecinos que nos iban a matar a Rodrigo y a mí porque íbamos a traer a no sé que gente de no sé que sitio de las tres mil viviendas.... Yo creo que es momento de recordarles a las personas, a los vecinos, que deben de fiarse de fuentes fiables, que los rumores anónimos no merecen ninguna credibilidad y que si nos hubiésemos asustado, hoy estos vecinos y vecinas de Puente Genil no dispondrían de una vivienda en base a las tonterías que algún idiota dijo y que todo el mundo se lanzó de cabeza a creer”.
Como se recordará, todo el proceso relativo a la entrega de los inmuebles no ha estado exento de inquietud por parte de sus futuros moradores, sobre todo a raíz de los retrasos acumulados, ya que desde que se celebró el sorteo de las viviendas, en febrero de 2006, han transcurrido bastantes más de los veinte meses inicialmente previstos para la construcción de las casas. Además, la fecha de entrega se ha venido demorando en los últimos meses, cosa que, unida a la aparición de grietas y desperfectos estructurales en varias casas, despertó una gran preocupación entre los propietarios. De hecho, a finales del pasado mes de noviembre, el propio Rodrigo Barbudo mantuvo en la Biblioteca Municipal una reunión informativa con los vecinos trasladándoles que "las viviendas estaban completamente terminadas en julio del año pasado, ya tenían el visado del arquitecto y se había presentado toda la documentación necesaria para su calificación definitiva, pero en septiembre, con la llegada de las primeras lluvias, detectamos la aparición de fisuras en 8 de las 41 viviendas, lo que nos llevó a llevar a cabo una investigación para determinar el origen de dichos desperfectos".
El gerente de EPSA también informó que "fue a partir de ese momento cuando se creó una comisión que durante los últimos meses estuvo analizando las razones y circunstancias que motivaron la aparición de esas fisuras, llegando a la conclusión de que estas se produjeron a raíz de la rotura de una tubería de saneamiento en una de las calles aledañas a la urbanización. Esto motivó que el agua se filtrara afectando a la cimentación de algunas de las viviendas, precisamente aquellas en las que aparecieron las fisuras. La solución que tomamos fue la de levantar esa calle, colocando una nueva tubería y unos drenes que facilitaran el encauzamiento del agua, asegurando de esa forma las conexiones".
Cada una de las 41 viviendas de VPO de régimen especial construidas en el R1, ubicado en el barrio de Santo Domingo junto a la zona del Mirador del Genil, tiene una superficie que oscila entre los 70 y los 80 metros cuadrados, con un precio variable fijado n torno a los 65.000 euros.
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