La Junta de Andalucía está organizando todos los medios, las capacidades y coordinando a todas las administraciones para acoger a los refugiados que tengan en Andalucía su sitio de referencia "en función del protocolo nacional". De esta forma, las consejerías de Justicia y la de Igualdad y Políticas Sociales establecerán el protocolo de actuación necesario con el resto de las administraciones para coordinar las labores.
Así se ha pronunciado este jueves el vicepresidente y consejero de Presidencia y Administración Local, Manuel Jiménez Barrios, ante el Pleno del Parlamento a cuenta de una pregunta formulada por la diputada socialista Micaela Navarro relativa al protocolo de colaboración para canalizar la solidaridad con los refugiados.
El consejero ha defendido que este drama humanitario "tiene que remover las conciencias y a las administraciones", al tiempo que ha recordado que la Junta de Andalucía "venía solicitando desde el primer día que hubiera una acción coordinada, planificada y dirigida políticamente por las administraciones para hacer al frente al drama humanitario".
La crisis de los refugiados, como ha expuesto Jiménez Barrios, "suscitó una ola de solidaridad entre los ciudadanos, ejemplares siempre en este sentido, y entre los ayuntamientos", de manera que "desde la comunidad autónoma nos parecía que una administración pública y moderna al servicio de los ciudadanos no podía permitir que cada uno intentara hacer por su cuenta lo que su solidaridad le indicaba, había que planificar". Ha criticado así que el Gobierno "fue cicatero en ese planteamiento".
Al hilo, ha incidido en que tuvieron que "forzar" una reunión entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, de la que el consejero de Justicia, Emilio de Llera, "salió decepcionado porque no se concretó" ninguna acción.
Con todo, Jiménez Barrios ha insistido en que Andalucía "está dispuesta a ejercer la solidaridad que en otras épocas tuvimos que recibir por circunstancias similares", con los refugiados que acoja España.
"Esta es una oportunidad de demostrar que vivimos en un mundo civilizado", ha indicado el consejero antes de manifestar que "de nada vale hablar de crecimiento económico y de la mejora de nuestra sociedad si no somos capaces de atender a los que más sufren".
