La Orden Hospitalaria San Juan de Dios, que cuenta en Jerez con el Hospital San Juan Grande y que fue galardonada el pasado miércoles con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, es una de las mayores instituciones sin ánimo de lucro mundial que atiende a personas enfermas y en riesgo de exclusión. Cuenta más de trescientos centros sociosanitarios en cincuenta y dos países, entre ellos Liberia y Sierra Leona, donde el pasado año se contagiaron por el virus del Ébola los religiosos Miguel Pajares y Manuel García Viejo, respectivamente, que fallecieron después de haber sido repatriados a España.
Inspirada por el carisma religioso y la acción hospitalaria de San Juan de Dios, la Orden fue iniciada por ese santo español de origen portugués, fundada por sus discípulos y cuyas reglas fueron reconocida por el papa Pío V el 1 de enero de 1572.
Conocida en Italia como Fatebenefratelli, ("hermanos de hacer el bien"), el primer centro lo ubicó en Granada Juan Ciudad, nombre de pila de san Juan de Dios, antes de morir en 1550. Para entonces, había fundado tres hospitales más, también en Andalucía, y todos ellos dedicados al cuidado de pobres y enfermos, lo que sería el fundamento de la Orden. Entre ellos en 1573 en Hospital de La Candelaria, ubicado en la Alameda Cristina (junto a la Capilla de San Juan de Letrán).
En Jerez, desde 1573
Desde entonces, 1573, hay constancia de la la presencia de la Orden Hospitalaria en nuestra ciudad, aunque los Hermanos tuvieron que abandonar Jerez a consecuencia de la Ley de Desamortización de Mendizábal en 1834.
Tras largos años de ausencia, e impulsado por la donación a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios de los terrenos en los que actualmente se ubica el Hospital Juan Grande, el Sanatorio de Santa Rosalía abrió sus puertas de nuevo en Jerez en junio de 1927, siendo el Superior Provincial el Hermano Faustino Calvo y Superior del centro el Hermano Carlos María González Hernández, para hacer frente al gran problema que planteaba en la zona la poliomielitis. Niños y jóvenes de ambos sexos, de las provincias de Cádiz, Ceuta, Melilla, Huelva, Sevilla hasta la apertura de su Hospital y Marruecos fueron atendidos, con carácter benéfico, sin descuidar el aspecto educativo e incluso laboral. Los primeros acuerdos de colaboración, en 1964, con el entonces Instituto Nacional de Salud permitieron atender las necesidades de niños en las especialidades de Traumatología y Ortopedia, Cirugía Plástica y Reparadora, Oftalmología y Rehabilitación. “El tema de la poliomielitis fue el que nos llevó las primeras atenciones en Jerez. Por cierto que este virus, que parecía totalmente extinguido en Europa ha vuelto a tener un nuevo rebrote. Estos rebrotes de virus, y no solo el ébola, hace que nos mantengamos en continua alerta para responder a las necesidades sanitarias y sociales que se presenten”, indicaba a este medio el Hermano Tejada, que es también sacerdote.
Del Sanatorio al Hospital
En 1972, los responsables del Hospital firmaron conciertos para la realización de procesos quirúrgicos y asignación de cupos. El Sanatorio de Santa Rosalía contaba entonces con 180 camas. En 1975 se inauguró un Servicio de Pediatría médico-quirúrgica con 70 camas que prolongó su actividad hasta 1984, año en el que la falta de demanda pediátrica, la creciente necesidad de atención a enfermos mayores de media y larga estancia y la opción preferencial de la Orden por este tipo de pacientes, propiciaron la creación del Servicio de Medicina Interna.
En 1990, la Orden se plantea llevar a cabo una profunda remodelación del Centro. Se pone en marcha un ambicioso proyecto del que nace el actual Hospital Juan Grande que es inaugurado en 1992. En los últimos años el Hospital ha vivido una gran transformación, realizada en el marco de un programa de mejora continua y de acreditación de la Calidad enmarcado a su vez en el tercer Plan de Calidad auspiciado por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, lo que llevó en mayo de 2005 a convertirse en el primer Hospital de la provincia y el tercero de Andalucía en obtener la Acreditación de Calidad de la ACSA en el nivel “Avanzado”.
Para alcanzar esta transformación tan profunda se llevaron una serie de acciones como un nuevo servicio de atención al usuario, ampliación del área de consultas externas, creación de un nuevo área de urgencias, ampliación y mejora del área quirúrgica, remodelación del servicio de rehabilitación, remodelación del servicio de farmacia, creación de una unidad de pruebas diagnóstica; así como el aprovechamiento de las tecnología de la información y las comunicaciones con la digitalización de las historia clínica, digitalización del servicio de radiodiagnóstico… además de una apuesta importante por la formación continua en base a los objetivos del centro.
“La calidad para nosotros -indican- significa la “capacidad de atender las necesidades de las personas y de responder a ellas con excelencia y profesionalidad, cuidándolas de manera integral y siguiendo el modelo de atención que marcó San Juan de Dios”.
En 2008 logró la certificación UNE-EN-ISO 14001 en octubre de 2008 y en 2012 la Certificación ISO 9001:2008
1.300 familias son atendidas en el Economato Hermano Adrián
La labor sanitaria y de atención no supone el único soporte de la Orden en nuestra ciudad ya que la Obra Social San Juan Grande puso en marcha el proyecto del Economato Hermano Adrián, con el objeto de dar facilidades para la adquisición de artículos de primera necesidad tanto de alimentación como para el hogar, a familias en situación de precariedad social. La Obra Social sufraga el 75% del coste que adquieran los usuarios.
El Economato es un recurso social de calidad que, en estos momentos, atiende, según informaba el hermano Tejada, a “unas 1.300 familias”, con c”críos pequeños” y con necesidades “que van más allá de la propia comida ya que atendemos temas como el de pagos de luz, de agua, etcétera”. “Comenzamos con muy pocas personas pero la crisis ha hecho que el número de atenciones se haya disparado”, matizaba el hermano-sacerdote.
“Es un estímulo y también una responsabilidad”de los hermanos”
“Este galardón es un estímulo y también es un responsabilidad para todos. Nosotros tenemos un compromiso con la sociedad, por lo que el premio no es solo para los hermanos, sino es para todos los que formamos la Orden, tanto los hermanos como los trabajadores”, reflexionaba en voz alta el Hermano Tejada, que mostraba satisfecho el escrito que le había llegado desde la Casa Real, con una carta del Rey de España en la que daba cuenta del Premio Princesa de Asturias concedido este pasado miércoles a la Orden Hospitalaria que tan arraigada se encuentra en nuestra ciudad.
“Son cuatro los hermanos que estamos trabajando actualmente, pero el número de profesionales con que cuenta el Hospital en Jerez supera los doscientos”, al margen del amplio equipo de voluntario y de benefactores con que cuenta la Orden. Unos benefactores que tenían su particular perdigón en el Hermano Adrián. “También tenemos hermanos mayores que no están en el día a día, pero que son la joya de la corona. La imagen la tenemos en el Hermano Adrián que, desde el Cielo, nos recuerda día a día que no dejemos que los zapatos que se dejó en las calles de Jerez se aneguen por el agua, que no los abandonemos”.
El hermano Tejada habla también se esa apuesta que se hizo en su momento por una Unidad de Geriatría que es “otro servicio” que se da a la sociedad en un Hospital Juan Grande, siempre para muchos jerezanos el entrañable Sanatorio de Santa Rosalía, que ha hecho llegar hasta nuestra ciudad una parte de ese Premio Princesa de Asturias que ha llenado de orgullo y satisfacción a una Orden que no se va a dormir en los laureles, sino que le va a servir de acicate para continuar dándose más y mejor a la sociedad.
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