Separados del mundo exterior, unidos sólo por una lancha que conecta el poblado con la Rusia Continental, los habitantes del enorme lago Kenozero, viven de la misma manera como lo hacían sus antepasados durante siglos, mientras que el cartero del pueblo, Liokha (Aleksey Tryaptisyn), es la única conexión que la gente tiene con el exterior.
Cuando alguien roba el motor de la lancha y la mujer que ama se muda a la ciudad, el cartero busca desesperadamente una nueva vida para descubrirse a sí mismo en este drama rodado con actores no profesionales que fue premiado en el Festival de Venecia con el León de Plata al mejor director.
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