Nuevo año y nuevo éxito. Las fiestas patronales de Gor se han celebrado en honor de San Cayetano del 6 al 11 de agosto. Son destacables sus encierros de toros que se celebran a las ocho de la mañana este sábado, domingo y lunes, habiendo constancia escrita de que ya existían en el año de 1622, por lo que se ha dicho que son de los más antiguos de España y cumplen casi 400 años de historia. Durante estos días son miles los visitantes y turistas que se acercan al municipio goreño que cuadruplica su población habitual, de unos 1.000 habitantes.
Desde la una de la tarde del jueves la localidad ya vivía con intensidad las fiestas en honor a San Cayetano. El encargado de abrir estas fiestas fue el mozo Benjamín Hernández Rosillo, quien fue designado para portar la bandera del patrón. Benjamín, de 22 años, corrió en los puntos designados.
La procesión de San Cayetano se celebró el viernes. La primera cita taurina fue el sábado con los tradicionales encierros. A las ocho de la mañana comenzó el primero de los tres encierros. Cada encierro se corresponde con una novillada que sirvió para designar al ganador del preciado trofeo taurino La Almendra de Plata. La final se disputó el lunes. Las tres novilladas comenzaron a las siete de la tarde.
El sábado 8 de agosto, a las ocho de la mañana, tuvo lugar el primero de los encierros por las calles del pueblo con novillos a lidiar a las siete de la tarde y, a continuación, capea en la plaza de otros.
El domingo 9 de agosto, uno de los días más concurridos, nuevo encierro con novillos. El último de los encierros fue el lunes 10 de agosto.
Los encierros taurinos transcurrieron sin incidentes graves, si bien se produjeron algunas anécdotas y pequeños sucesos, ya que han sido miles de visitantes los que estos días se han acercado hasta la localidad para poder disfrutar de estos encierros que se encuentran entre los más antiguos de España.
Los novillos, que posteriormente se lidian en la plaza de toros, salen a las 08.00 horas de la mañana desde los corrales de Triana hasta la plaza de toros ubicada en un antiguo castillo, un trazado de unos 900 metros de recorrido de largo y tres metros de ancho, a través del que se distribuye un vallado por que discurren las reses.
Antes, de madrugada, los astados son trasladados desde la localidad de Lugros por el monte hasta llegar a los corrales habilitados en Gor, donde permanecen hasta que suena el "chupinazo" que marca la suelta de los toros por las calles del municipio.
Visitantes y turistas se congregan para participar en la carrera ante los novillos o presenciar desde balcones y puntos estratégicos del recorrido los encierros. Los festejos cuentan con verbena popular, novilladas taurinas, pasacalles o actos religiosos.
Los encierros de Gor se llevan haciendo como hace siglos, con los mismos medios aunque más seguros y sobre todo con la misma ilusión centenaria por el riesgo, por la descarga de adrenalina; esa que dicen los fisiólogos que te quita la bebida de más, casi de golpe. Desde los corrales en la parte alta de la calle Molinos, donde se pueden ver y contemplar por parte de los visitantes, curiosos y aficionados a los animales que esperan pacientemente que llegue el momento especialísimo que es cada ocasión en que se sucede la carrera que transcurre entre los corrales altos y los de la plaza.
Las fiestas en honor a San Cayetano en la granadina población de Gor tienen el encanto que suelen tener las fiestas populares de los pueblos. Los vecinos celebran sus fiestas dentro de un ambiente distendido y confiado en el que se recibe de buena gana a todos los visitantes que les haga el honor de acercarse a esas fechas tan señaladas. Además, las fiestas de Gor tienen también un encanto singular que es muy apreciado por lugareños y forasteros: sus encierros. Unos encierros que tienen la marca histórica nada desdeñable de 400 años celebrándose en la localidad como prolegómeno entre el amanecer y la corrida de toros que se produce más tarde.
El recorrido del encierro es de unos 900 metros. Luego, los corredores que se animen a correr frente a las astas de los novillos deberán tener unas buenas condiciones para correr el recorrido (prácticamente imposible). De todas formas, siempre se pueden seguir el encierro desde la barrera, desde un balcón o terraza que es un lugar significativamente más seguro. Por tanto, tanto corredores como curiosos encontrarán muy excitantes estos encierros que siempre tienen mucha emoción.
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