La Dama de Baza, el Hombre de Orce, la Momia de Galera, los dólmenes de Gorafe... Granada vuelve la vista a su pasado para convertir miles de años de historia y las investigaciones antropológicas y arqueológicas en un recurso de futuro, un yacimiento en el que hallar turismo y empleo.
Rutas, museos, centros de interpretación y alojamientos dedicados al pasado nutren la zona Norte de la provincia de Granada en una apuesta de sus municipios por sacar rendimiento turístico y económico al pasado para enderezar el futuro.
La búsqueda científica de las claves de la supervivencia humana, el arte y un auge del turismo cultural centrado en el pasado han revitalizado las posibilidades económicas de municipios como Orce y Galera, que se aferran a sus antepasados para reivindicarse como destino de otro tipo de visitantes.
El alemán Wilhelm Schüle llegó a Orce después de trabajar en las Cuevas de Nerja (Málaga) y el Castillo de Almuñécar (Granada), se alojó en una cueva del municipio y protagonizó las investigaciones en el Cerro de la Virgen como director de este yacimiento arqueológico de finales de los sesenta para explicar la Edad de Bronce.
Desde esta semana, la figura de Schüle y los vestigios de la Edad de Bronce se convierten en una oportunidad de oro más para Orce, que ha estrenado su Centro de Interpretación del Cerro de la Virgen, donde expone el trabajo que se desarrolla desde hace décadas en los yacimientos del municipio.
"Tenemos 30 kilómetros cuadrados de yacimientos y las posibilidades rozan el infinito. La gente tiene cada vez más curiosidad por la arqueología y sumamos castillos, una historia potente, palacios y cada vez más recursos turísticos", ha explicado a Efe el alcalde de Orce, José Ramón Martínez.
A este centro dedicado a explicar cómo era Orce hace 4.500 años, el municipio suma el de los Primeros Pobladores de Orce, un reclamo que tras una inversión de 1,7 millones de euros recuerda su papel protagonista en la evolución humana y su presencia en el municipio desde hace 1.400.000 años.
El municipio conserva los restos del conocido como Hombre de Orce, el fragmento de cráneo de características humanas que encontró en la década de los ochenta Josep Gibert y que se presentó al mundo como el homínido más antiguo de Euroasia, con 1,8 millones de años, o el diente del Niño de Orce, avalado por la comunidad científica internacional y con 1,4 millones de años de antigüedad.
En esa mirada al pasado, Baza ha tirado de nuevas tecnologías para permitir al visitante adentrarse en el santuario de la Dama de Baza, una escultura del siglo IV antes de Cristo considerada una de las piezas más relevantes del arte íbero.
Esta apuesta tecnológica se suma al Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos (CIYA), construido en 2011 junto al Cerro Cepero donde fue encontrada la imagen y que, con 1.800 metros cuadrados de sala expositiva, ofrece una reproducción a tamaño real de la cámara funeraria de la Dama.
Sin salir de la comarca, Galera ofrece en su museo los restos de la Momia de Galera, que encontraron en 2002 el catedrático de Prehistoria Fernando Molina y la profesora María Oliva Rodríguez-Ariza en la sepultura 121 de la necrópolis argárica de Castellón Alto.
Gorafe, con quinientos habitantes, ha convertido sus 240 dólmenes megalíticos y su Centro de Interpretación del Megalitismo, el más grande de la provincia granadina con más de 600 metros cuadrados, en un reclamo turístico más por el que pasan cada año miles de personas.
Y así, mirando al pasado y excavando entre las huellas de los antepasados, Granada trabaja en un yacimiento turístico con mucho futuro.